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Almería

El fiscal mantiene su petición de cárcel por la muerte de un anciano en una residencia

Presuntamente no adoptaron las medidas sanitarias adecuadas para evitar la muerte de un anciano cuando era trasladado al hospital

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  • Tribunales. -

La Fiscalía de Almería ha mantenido este miércoles su petición de dos años de prisión para dos enfermeras y un técnico de emergencias sanitarias que presuntamente no adoptaron las medidas sanitarias adecuadas para evitar la muerte de un anciano cuando era trasladado al hospital desde una residencia de mayores.

El fiscal ha elevado a definitivas sus conclusiones al final de la segunda sesión de la vista oral celebrada esta mañana, solicitando dichas penas por un delito de homicidio imprudente, si bien subsidiariamente ha pedido que en su defecto sean condenados por un delito leve de imprudencia al pago de una multa de 12 meses, a razón de seis euros al día.



También ha mantenido su acusación el abogado de la familia del fallecido, mientras que los abogados de los acusados han solicitado la libre absolución de éstos, o que en su defecto se tengan en cuenta unas dilaciones indebidas muy cualificadas, tal y como ha reclamado el letrado Enrique Ocaña, que defiende a las dos enfermeras.

Durante la sesión de esta mañana ha declarado el forense del Instituto de Medicina Legal (IML) de Almería que realizó la autopsia, que ha concretado que murió por una broncoaspiración, indicando que debía haber sido una ambulancia medicalizada la que debía haber realizado el traslado y no una convencional sin médico y enfermera.

Ha justificado esto por los antecedentes médicos del fallecido, que con 86 años tenía Parkinson, un marcapasos en el corazón y una arteroesclerosis “masiva”, añadiendo que el “sentido común” pedía que hubiese sido trasladado al Hospital de Poniente de El Ejido (Almería) por su cercanía a la residencia de Vícar, en lugar de a una clínica privada en Almería.

Ha insistido en que sólo un médico podía haber realizado un diagnostico, nunca una enfermera o el técnico de emergencias sanitarias, apuntando en todo caso que la maniobra de Heimlich que efectuaron las enfermeras fue la “indicada” cuando el anciano se atragantó en la residencia. Asimismo, ha afirmado que el técnico que conducía la ambulancia no estaba cualificado para realizar otras maniobras y menos conducir y efectuarlas a la vez.

También ha revelado que el cuerpo presentaba signos compatibles con una maniobra de reanimación cardiopulmonar, que necesariamente tuvo que realizarse “cuando estaba vivo” y que no pudo hacer el técnico que lo condujo a la clínica.

Una perito de parte ha mantenido por su parte que la actuación de las enfermeras fue la correcta, tanto cuando realizaron la maniobra de Heimlich, como en su gestión posterior del caso, indicando que el “desenlace fatal” se pudo producir a posibles efectos inflamatorios derivados por la broncoaspiración sufrida por el anciano, que sólo podían haber sido detectados con pruebas complementarias.

Un segundo perito, jefe de Urgencias del Hospital Universitario de La Moraleja, se ha pronunciado en un sentido similar, afirmando que las enfermeras “hicieron lo que debían, solucionar un problema agudo por vía aérea” y solicitar después el traslado a un hospital, incidiendo en que no hubo nada “negligente” en su comunicación con la aseguradora del hombre, que fue la que decidió el tipo de ambulancia que lo recogería.

Según el escrito de acusación del fiscal, los hechos tuvieron lugar durante la mañana del 21 de abril de 2017, cuando el anciano se atragantó mientras comía. El hombre fue trasladado a la enfermería del centro al presentar cianosis, dificultad respiratoria, cianosis distal y una saturación del 82 %.

Allí fue atendido por una enfermera de la residencia, que le suministró oxígeno y le realizó la maniobra de Heimlich, lo que hizo que mejorase su situación, aunque presentaba vómitos, mucosidad y reflujo. Esto último fue comunicado por la enfermera que lo atendió a dos de sus compañeras, las ahora acusadas, quienes decidieron llamar a una ambulancia del seguro para que trasladase al hombre al hospital, "explicando el cuadro que presentaba".

Según el escrito de la Fiscalía, llegó al centro una ambulancia de soporte vital básico conducida por el tercer acusado, un técnico de emergencias sanitarias. Sin embargo, el anciano falleció ese mismo día cuando era trasladado en esta ambulancia al hospital.

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