El Juzgado de lo Penal número 2 de Almería ha condenado a diez meses de prisión a E.R.S., el hombre acusado de maltrato animal y hurto tras haber matado cuatro gallinas y haber sustraído otras dos aves en un cortijo de Canjáyar (Almería), donde fue grabado por una cámara de seguridad que había instalado el propietario de la finca.
La sentencia, consultada por Europa Press y contra la que cabe recurso de apelación, condena también al acusado a una multa de 270 euros por el delito de hurto y al pago de una indemnización de 69,27 euros al propietario de los animales, quien declaró en la vista oral cuyo testimonio fue considerado plausible por el juez.
El magistrado también ha tenido en cuenta las imágenes grabadas por una cámara de seguridad instalada por el propio perjudicado, quien explicó en sala que había decidido poner vídeovigilancia en la finca "por si entraba alguien" dado que la tenía "sin vallar" y había oído que "se estaban produciendo robos" por la zona.
Así, el juez corrobora la versión ofrecida por el denunciante, quien aseguró que en la reproducción del vídeo en dependencias de la Guardia Civil se veía y reconocía al acusado "con el saco" en el que llevaba los animales. "Yo lo conocía y los guardias civiles sabían quien era", apostilló el testigo en referencia a la notoriedad del presunto autor de los hechos, para el que la Fiscalía pedía 20 meses de cárcel.
El testigo detalló, a preguntas del juez, que fueron entre seis y ocho las gallinas que murieron o fueron sustraídas, así como un gallo que también tenía; toda vez que lamentó la desaparición de las aves, puesto que las tenía su hija "desde pequeña, cuando las sacó de la incubadora" como "animal de compañía".