A todas luces, para todos los analistas económicos a los que se les pregunta, para todos los empresarios y para los propios consumidores, estamos ante las puertas de una de las más temidas crisis económicas de los últimos años.
Es cierto que hemos superado importantes inconvenientes económicos en otros momentos de nuestras vidas, con crisis económicas importantes por las de 1992 o la del año 2008. Pero, sin lugar a dudas, esta que se nos avecina nos genera gran incertidumbre y desasosiego. Entre otras cuestiones por los mensajes que nos llegan desde el exterior.
La Unión Europea está señalando que la época de bonanza económica se acabó, que ya no podremos tener en mucho tiempo los dispendios que hemos tenido estos años atrás, que estamos ante una profunda crisis energética derivada de la guerra iniciada por Putin pero también por determinados déficits estructurales.
Por tanto, amarrémonos el cinturón porque lo que viene va a ser tremendamente duro y complicado.
La diferencia con respecto a otras crisis anteriores estará en que posiblemente no podremos tener a la Unión Europea al rescate dado que el conjunto de países que la conforman estarán en igual o peor situación que la que presente España.
Ya llevo tiempo diciendo que uno de los gravísimos problemas con los que nos encontramos es la falta de liderazgo dentro del conjunto de Europa y a nivel mundial. Sinceramente no veo a nadie con capacidad para tirar del carro del conjunto de países y nos encontramos con una necesidad creciente de nacimiento de lideres emergentes a nivel político o social.
Lo grave de todo esto es la falta de unidad política que debe imperar en momentos convulsos. No veo en España que el Gobierno esté planteando un gran acuerdo económico, jurídico y social con el principal partido de la oposición. Todo lo contrario, estamos en plena campaña electoral de cara a los comicios municipales de mayo del año que viene y lo que es más que previsible en cuanto a un adelanto electoral para la conformación del Gobierno de España.
Por cierto, hablando del Gobierno de España, nos encontramos con un desgobierno. No se sabe quien manda en él y un día sí y otro también se están llevando a cabo afirmaciones o propuestas de solución a la crisis que tenemos a modo de ocurrencias que reflejan un claro desconocimiento de la realidad social o de las mínimas normas que nos legislan. Es lo que tiene gobernar con populistas e independentistas.
Lo grave de esto es que no se para a estos que lo saben todo pero que no saben de nada y que alientan en muchos casos que proliferen los “pijokupas” (usurpadores profesionales de chalés y casas de lujo) como solución habitacional a lo que prometieron en campaña electoral y nunca cumplieron. ¡Qué lejos quedan esos tiempos de las promesas de las casas para todos! ¿Verdad?
¡Ay esas moquetas ministeriales que nos hacen perder el norte de todo y perder los principios, aun equivocados!
Las dificultades económicas son graves pero lo más grave de todo es la ineptitud que veo para tomar decisiones o para frenar determinadas circunstancias. A ver hasta donde llegamos y a ver hasta donde son capaces de llegar con tal de mantener el sillón que ahora ostentan.
