La Parroquia de Santa Cruz cuenta desde hace unos días con un nuevo tesoro: la reliquia de San Simplicio, un senador romano y mártir, de la primera época del Cristianismo que fue proclamado santo, según las averiguaciones que existen hasta el momento. Este legado se encontraba en la capilla de las reliquias de la Catedral, pero el vicario general de la Diócesis y párroco de la Catedral Vieja, Guillermo Domínguez Leonsegui, ha tenido a bien sacarlo de allí para llevárselo a la Iglesia de Santa Cruz.
En concreto, la urna de cristal que custodia estos vestigios se ha depositado justo debajo del altar mayor, a la vista de todos los feligreses.
Domínguez Leonsegui explicó a INFORMACIÓN que el deseo de la Iglesia es que sea en el altar donde se coloquen las reliquias de los mártires, un lugar privilegiado por ser dónde se celebra la Eucaristía, y que busca el objetivo de que los fieles se animen a seguir el ejemplo.
El vicario aseguró que es un inicativa que ya se ha llevado a efecto en otros templos de la capital y que se seguirá haciendo en lo sucesivo en la medida de lo posible.
En este sentido, citó a modo de ejemplo la Iglesia de San José, que custodia la reliquia de San Pacíficio, o la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes, que alberga los de San Telesforo.
Leonsegui indicó que no se tiene pensado realiza ningun acto para anunciar la llegada de estos restos a la parroquia, entre otras cosas, porque eso se suele hacer cuando el templo va a bendecirse, y normalmente, se le da el nombre del santo o mártir que custodia, pero en este caso Santa Cruz lleva casi 500 años bendecida. En cualquier caso, en las homilías de este fin de semana sí se ha nombrado al mártir San Simplicio, explicando a los feligreses quién fue y por qué estará ubicado en este lugar de privilegio.
En el santoral cristiano hay varios San Simplicios. La festividad del más próximo se celebra precisamente mañana, pero no es el caso de este mártir, cuya festividad se cumple en mayo.