Este fin de semana han comenzado las representaciones en las instalaciones de la barriada Madariaga.
Se trata de uno de los mejores exponentes de la Navidad, la unión y reunión de las familias porque en lo que se traen entre manos desde meses antes de las vísperas navideñas trabajan tres generaciones codo con codo y luego, sobre el escenario, al menos dos de ellas dando vida a un belén que se ha ganado un sitio entre los grandes acontecimientos de final de año.
El belén viviente del Centro de Día de la Tercera Edad se representó por primera vez este viernes a las cinco y media y a las seis y media -a medio camino entre los dos horarios anunciados- e incluso estuvo a punto de representarse una vez más aunque al final lo impidió una misa de difuntos a la que también había que acudir.
Este sábado hubo más representaciones y en todas ellas contaron con el calor de sus familiares que han podido disfrutar del fruto de un trabajo al que, de todas formas, ya están acostumbrados los que llevan el peso de las muchas actividades del centro, siempre presente en los grandes y pequeños acontecimientos de La Isla.