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Andalucía

Primera victoria de un ciclista africano negro en la historia del Tour

"Es mi triunfo, pero es el de todo el continente africano", aseguró el eritreo Biniam Girmay

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  • Biniam Girmay. -

"Es mi triunfo, pero es el de todo el continente africano", aseguró el eritreo Biniam Girmay, el primer subsahariano que ganaba una etapa del Tour de Francia, el primer "sprint" de la edición de 2024 que le consagró entre los mejores llegadores del mundo.

Hasta ahora, solo dos africanos habían vencido en la ronda gala, los sudafricanos Daryl Impey y Rob Hunter, pero la de Girmay es una victoria que él mismo consideró "histórica".

"Si le sumas que un sudamericano, Richard Carapaz, se ha puesto de líder, te das cuenta de que el ciclismo es cada día más global", afirmaba el eritreo de 24 años en la meta Turín.

Las lágrimas en sus ojos reflejaron la emoción de un ciclista que viene desde hace años rompiendo el techo de cristal del ciclismo africano. En 2022 se convirtió en la Gante-Wevelgem en el primero del continente en conseguir una clásica y en el Giro de Italia en el primero en ganar una etapa en una gran vuelta.

Aquella segunda victoria fue agridulce para el eritreo, que al descorchar el vino espumoso en el podio recibió en su ojo el tapón de la botella, lo que le obligó a abandonar la carrera.

Aquella frustración quedó también saldada por esta victoria, que consiguió con autoridad, en un "sprint" algo truncado por una caída en la que se quedaron algunos de los favoritos, pero en la que logró imponerse a otros de los mejores del mundo, como el danés Mads Pedersen.

"No puedo describir lo que siento. Hace años que vengo soñando con ganar una etapa en el Tour. Cuando en 2022 gané en el Giro sabía que tenía el nivel. El año pasado adquirí mucha experiencia y esperaba que este estaría más cerca de conseguirlo. Pero pensaba que todavía me quedarían dos o tres para poder ganar en el Tour, donde están los mejores. Es increíble haberlo logrado ya", dijo el africano.

"Llevamos el ciclismo en la sangre"

Girmay es un símbolo en África. En una reciente película que describe su carrera profesional, que ha discurrido en buena parte en el centro de formación de la UCI en Suiza, el eritreo aparece como un niño en su país mirando con los ojos abiertos de par en par el Tour de Francia en la tele.

"En Eritrea llevamos el ciclismo en la sangre. Mi padre veía el Tour a diario, después de comer ponía la tele y nos enseñaba lo que era. Nos decía lo duro que era y que era el deporte más importante del mundo. Yo le preguntaba si pensaba que algún día podría correrlo. Y me dijo que sí, a condición de creer en mi", relató.

El día en el que su compatriota Daniel Taklehaimanot subió al podio del Tour para vestir el maillot del rey de la montaña, en el país resonó la celebración.

"Fue la señal de que podíamos lograrlo, que todavía había que derribar muchos obstáculos, pero que todo era posible", dijo Girmay.

El "sprinter" cree que su gesta puede todavía servir de ejemplo a muchos jóvenes del continente para que traten de triunfar en el ciclismo.

"Nos hacen falta más carreras para mostrar nuestro potencial. Mi ejemplo muestra que cada vez hay más gente que apuesta por nosotros, que nos da la oportunidad de desarrollarnos", señaló.

Girmay es una anomalía en África, donde la mayoría de los corredores son delgados y apuestan por la montaña para mostrar su potencial como escaladores.

"Yo admiraba a corredores como Sagan o Cavendish, así que mis entrenamientos eran sobre todo para ser un 'sprinter'", aseguró.

A sus 39 años, el ciclista de Man sigue en el pelotón y está en este Tour de Francia para buscar su victoria 35 de etapa en la ronda gala y destronar así al belga Eddy Merckx.

"Nos hemos hecho amigos él y yo", dijo el africano. "Sigue siendo mi ídolo. En broma, siempre me dice que no hay que ganar a su mentor. Le respeto mucho y creo que este año puede conseguir esa victoria que busca".

Girmay sabe que ha superado un escalón importante que le llena de emoción. "Si yo me siento así, no quiero ni pensar lo que estará pasando en Asmara", dijo.

"Cuando gané en el Giro se celebró en todos los bares, la gente levantó sus brazos y tiraron por el suelo las mesas. Creo que esta vez será mucho más", comentó.

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