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Sic transit, gloria mundi

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Esta antigua frase latina se utiliza en la ceremonia de coronación de los nuevos Papas. En un momento de la celebración, un sacerdote la interrumpe portando unas ramas de lino ardiendo y cuando se han consumido pronuncia esta frase: "Sancte Pater, sic transit gloria mundi" (Santo Padre, así pasa la gloria del mundo)
 

, recordándole al nuevo Papa que, a pesar de lo magnífico de la ceremonia, del impresionante apoyo popular y del poder que atesora, es sólo un mortal y su reinado efímero. No es que yo pretenda comparar la legislatura de un concejal, alcalde o no, con el reinado de un Papa pero les confieso que el pasado martes, durante la celebración del pleno, a alguno daba la sensación de habérsele acabado el vigor de la fumata blanca.
En apenas sesenta días algunos dejarán de sentarse en los incómodos bancos - por lo duros - otros se sentarán en posiciones distintas y alguno, más hábil, será incluso capaz de repetir privilegios. Pero gran parte de ellos, la mayoría en mi opinión, no sólo perderán la condición que nunca debieron alcanzar sino que serán olvidados en menos tiempo de lo que tarda en persignarse un cura loco. Y es lo mejor que podrá pasarles porque así nadie les pedirá responsabilidades por su inacción y en este saco incluyo tanto a los del gobierno como a los de la oposición. Dirán que estas palabras son crueles para una despedida pero si ustedes, me consta que muchos lo han hecho, se tomaran la molestia de asistir a un pleno de la corporación entenderían de inmediato lo que digo. Cuanta felicidad atesoran mientras diez mil de sus vecinos pueblan las filas del paro. Y sonríen, encantados de haberse conocido, mientras pasean su traje de domingo una vez al mes. Adiós muy buenas, tanta paz lleven como descanso dejan.
Dicho todo lo anterior, desde el buen rollo, hay casos, excepciones, que confirman la regla. Uno de ellos es el socialista Sergio López. Llegado al cargo como consecuencia de los ceses y dimisiones que se han sucedido en el seno de su todavía partido. Sergio, por encima de todo buena gente, ha bandeado como ha podido la incómoda posición en la que se ha encontrado. Ha sido honesto consigo mismo y con quienes lo votaron y ha antepuesto los intereses generales a los de los particulares. que quisieron hacer negocio acuenta de los restos de lo que pudo haber sido una Universidad. Lo hizo, además, de la única forma que cabe hacero, aportando fórmulas a la obtención del suelo más baratas que las conveniadas y cuyo uso permitía al Ayuntamiento tener de nuevo la sartén por el mango en el proyecto. Para Sergio, como para Lina Rivas si las urnas no lo remedían, también ha sido efímero este último paso por la vida pública aunque, en su caso, al menos ha dejado la huella de la coherencia, el respeto y el buen hacer. Otro que parece apuntarse al tránsito a la vida civil es el propio alcalde al cesar a la líder del Partido Andalucista. Ésto, lo ha dicho atinadamente un antiguo compañero de su partido, traerá más sombras que luces en el futuro, de llegar éste a existir para amboas formaciones. Lo que parece quedar claro que no sirve ya es aquello de las disciplinas de partido y los estatutos que obligan al voto por mayoría de los componentes del grupo municipal de cada uno de ellos. No sirve desde que los concejales tienen responsabilidades personales y patrimoniales en los asuntos que votan y su futuro queda condicionado por ello. "Sic Transit".
 

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