El consumo de porno entre adolescentes normaliza la violencia sexual en las relaciones

Publicado: 04/10/2024
Un estudio concluye que la pornografía se ha convertido en una fuente de desinformación sobre la sexualidad para los adolescentes
El consumo de pornografía por parte de los menores de edad genera graves consecuencias en su desarrollo. Un decálogo publicado por el Colegio Oficial de Psicología de Madrid, la Agencia Española de Protección de Datos y la entidad social Dale una Vuelta, señala que el acceso a estos contenidos puede aumentar las conductas sexuales de riesgo, como el uso irresponsable del preservativo, y normalizar la violencia sexual en las relaciones de pareja, tanto en su forma física como verbal.

Según el documento, la pornografía se ha convertido en una fuente de desinformación sobre la sexualidad para los adolescentes. “La pornografía como fuente de aprendizaje, favorece la desinformación en cuestión de sexualidad”, recalca el informe. Además, fomenta la adopción de estereotipos de género y la imitación de actitudes violentas y sexistas, impactando directamente en la visión de las relaciones íntimas de los jóvenes.



Otro de los puntos críticos del decálogo es que la pornografía pone en riesgo la privacidad de los menores, ya que los datos personales tienen valor para quienes buscan manipular y explotar a los jóvenes. Además, los investigadores han observado que el consumo de estos contenidos se asocia con una sexualidad menos íntima y más impersonal, lo que puede desembocar en problemas de excitación, deseo y orgasmo en la edad adulta.



El aislamiento social y la disminución de actividades sociales son otras de las consecuencias destacadas, especialmente entre los adolescentes. A nivel neurobiológico, el uso frecuente de la pornografía puede afectar áreas clave del cerebro, como la corteza prefrontal, el sistema de recompensa y las neuronas espejo, lo que repercute en el control de impulsos y la toma de decisiones.



El informe también advierte que el rendimiento académico se ve gravemente afectado por el consumo de pornografía, debido a un deterioro en la capacidad de atención y la memoria procedimental, dificultando la organización y planificación del estudio. Por último, se recalca que el uso esporádico de estos contenidos puede evolucionar hacia una adicción, marcada por la falta de control, la dependencia y la necesidad constante de consumo.

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