Aunque con seis días de retraso porque las previsiones metereológicas amenazaban lluvias, se pudo celebrar la Cabalgata de los Reyes Magos de La Algaida y de Los Llanos. Un acontecimiento festivo, social y gastronómico que volvió a despertar como todos los años una enorme expectación. Un día muy señalado para los vecinos de estas dos zonas agrícolas, así como para muchas personas llegadas desde otros puntos de la localidad.
La comitiva estuvo compuesta por siete carrozas, concretamente donde avanzaban el Rey Melchor, el Rey Gaspar, el Rey Baltazar, el Cartero Real, la Estrella de Oriente y dos Infantiles. También contó con la presencia de un tren turístico, un pasacalles, un grupo de animación y altavoces.
El recorrido tuvo su inicio en la entrada del Pinar. La niebla adquirió protagonismo pero con el paso del tiempo y con el sol apretando fue desapareciendo. Las calles laterales de La Algaida iban quedando repletas de vehículos y cada vez había más público concentrado en las aceras esperando ver a los Reyes Magos.
Una Cabalgata que tuvo una duración de 9 horas y que contó con dos degustaciones de ‘papas’ cocidas y de Manzanilla, la primera ubicada en la Plaza Central y la segunda en el Centro de Participación Ciudadana de Los Llanos. Un total de 800 kilos de este proyecto estrella de La Colonia. La programada en el centro de La Algaida duró menos de una hora. Todos los baños quedaron completamente vacíos.
Las carrozas avanzaron dirección a La Curva y desde una carroza se entregó una Playstation 5. Además desde todas se lanzaron numerosos caramelos, frutos secos y regalos. Dirección hasta La Salida y entrada en Camino Doñana para poner el punto y final al trayecto en el Centro de Participación Ciudadana de Los Llanos.
El presidente de la Asociación de Vecinos de Los Llanos, Alberto Vidal, resaltó que “ha sido un éxito rotundo. Se trata de una Cabalgata especial por las degustaciones de las ‘papas’ cocidas, que también se programan en La Veta La Serrana. Este año lo tuvimos complicado porque la Junta de Seguridad aconsejaba el aplazamiento por las lluvias. La decisión de retrasar la fecha siempre es complicada pero a la lluvia se unía la presencia de lagunas y de charcos”.
