Fuentes de la investigación han señalado que el detenido por este caso había alquilado una vivienda en la calle Avenida de la Arboleda, desde la que podía acceder a unas casas situadas en la parte trasera de la vivienda que estaba en ruinas.
Así, había podido cultivar las plantas de marihuana sin despertar sospechas, ya que a la casa sólo se podía acceder a través de su patio, ya que estaba en ruinas tras derrumbarse en 1998 y estar los propietarios pendientes de la reconstrucción. Los vecinos habían detectado un fuerte olor que procedía del patio en los días anteriores a la intervención y habían alertado a las fuerzas del orden que pusieron en marcha la investigación.