Así lo ha puesto de manifiesto el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Isla Cristina (Huelva), Mariano García y otros representantes del sector, quienes han hecho hincapié en la importancia de retomar las anteriores condiciones con las que se regulaba el caladero y se ha mostrado contrario a la normativa establecida por la Dirección General de Pesca de la Junta de Andalucía.
En esta línea, ha destacado que el objetivo de las 100 embarcaciones que se dedican a esta actividad es "trabajar pero siempre respetando los recursos". García ha explicado que la falta de chirla "no se debe a la actividad de los pescadores sino a actuaciones de terceros", como los vertidos que producen las actividades agrícolas o los marinos mercantes en el mar, que "no se controlan la suficiente".
Además, ha incidido en que el sector "no quiere ayudas" y en este sentido se ha preguntado por qué la consejera de Agricultura y Pesca, Clara Aguilera, "ahora propone que se pidan subvenciones cuando en noviembre del pasado año no contemplaba esta posibilidad". Como ha añadido el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Punta Umbría, Ángel Mendoza, puede que se deba "al cambio de color" en relación al cambio de Gobierno.
Según ha recordado García, antes existía el Consorcio, el cual marcaba las directrices del sector pesquero, y por tanto, ha abogado por "devolver al sector pesquero la capacidad de autocontrolarse" ya que "cuando existía este Consorcio fue la mejor época de recursos y económica" para este sector. García incidió en la necesidad de "salir a faenar las horas necesarias", ya que, como ha explicado, "con las cinco horas establecidas se da un ritmo frenético en los barcos, que suponen un riesgo para los tripulantes".
En respuesta a las demandas del sector, Clara Aguilera ha asegurado que en la reunión mantenida el martes 13 de diciembre con los representantes del sector de la chirla les ofreció varias alternativas a la situación actual, entre las que ha citado la concesión de permisos temporales para que los mariscadores puedan capturar otro tipo de moluscos durante un periodo que puede oscilar entre los tres y seis meses.
Del mismo modo se ha referido al número de dragas existentes, indicando además que también les ofreció al sector la posibilidad de ir con el Gobierno de España ante la Unión Europea con el fin de "incrementar la prima de desguace porque al final, queramos o no, no puede haber 97 dragas en este caladero, ni ahora ni dentro de unos años", por lo que, ha insistido, "más pronto que tarde tendremos que ir hacia un desguace que evidentemente será voluntario, y para que sea asequible hay que incrementar la prima de la draga hidráulica que tiene otros costes".
También, según ha señalado la consejera, les ofreció trabajar con el Gobierno y la Unión Europea "siempre y cuando viendo de cara al futuro las posibilidades que tiene el caladero", pero, ha lamentado, el sector se aferra "a una posibilidad que era salir a coger chirla con menos talla que la permitida, pero yo no puedo hacer ninguna modificación de la orden que baja el calibre porque es una ilegalidad", ha insistido.
Tallajes y alternativas en las capturas
En cuanto a las capturas, el sector pide retomar el sistema mediante el cual "se capture el marisco necesario con una tara", pero determinando "una talla para el verano en 24 mm y otra para invierno con 25 mm". A este respecto los argumentos de la Consejería de Pesca han sido rotundos y la titular, Clara Aguilera ha declarado que "bajar ese milímetro, de 24 a 25, va en contra de la legalidad", a no ser que lo certifique "un aval científico, pero no a criterio personal de una persona".
En este sentido, ha hecho hincapié en que "la draga hidráulica no ha tenido jamás legalmente una talla de 24 milímetros", a la par que ha recordado que entre los años 1994 y 1999 el rastro tuvo esa talla por normativa, pero desde el año 2000 "en todas las órdenes de regulación de la chirla en el Golfo de Cádiz la talla mínima es de 25". En esta línea, ha insistido en que "bajar la talla es una ilegalidad" porque los estudios científicos dicen que no se puede reducir porque "tendría problemas de viabilidad el caladero". Por todo ello, ha matizado, "hay que mantener la misma talla que en los últimos 11 años".
García asegura que en el sector “siempre hemos mirado por los recursos y no queremos hacer locuras pero no puede haber por parte de la Junta un cierre de timón hacia unos estudios biológicos que habrá que analizar", refiriéndose a los que se llevaron a cabo el año pasado que “recomendaban el cierre del caladero 18 meses y sólo fueron siete", se ha cuestionado.
En esta misma línea, García ha subrayado que esta decisión la tomó la Consejería y por tanto, "que no nos quieran echar la tortilla" ya que si también hay barcos de más "el sector no autoriza la entrada de barcos", ha agregado.
Por otro lado, respecto a la propuesta de la Consejería de que capturen otro tipo de molusco, ha asegurado que esta posibilidad ya se planteó por el sector el pasado año para la almeja 'chocha' pero por los trámites burocráticos "no se pudo".
El sector apuesta porque desaparezca "la exclusividad" de la actividad de la chirla, --cuya captura se realiza con la draga--, al objeto de que "cuando se pueda capturar otra modalidad, se haga". Por ello, ha acogido que la Junta proponga este planteamiento ya que "al menos se vio una luz". "Queremos algo ágil y que salga del sector", ha añadido García.
En cuanto a la posibilidad de un cierre transitorio del caladero como se llevó a cabo en el Cantábrico como el sector de la anchoa, García ha indicado que "el sector lo que no quiere es que le engañen" ya que "eso de pedir ayudas en Madrid se pidió en noviembre de 2010 y se rechazó ir a Madrid o a Bruselas, pero ahora sí se contempla".
