En declaraciones a los periodistas, el representante del sector de la chirla del Golfo de Cádiz, Rafael Núñez, ha recordado este miércoles que el colectivo se encuentra "indignado" porque en el mismo no se recoge una de las principales reivindicaciones del sector, centrada en la reducción del tallaje en un milímetro.
En esta misma línea, el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Isla Cristina, Mariano García, ha hecho hincapié en que la totalidad de la flota está a disposición de la administración regional para que lleve a cabo los estudios correspondientes y dejar claro que esta reducción del tallaje "no tiene impacto en el recurso". Por ello, ha incidido en que una vez se realicen los estudios, "se podrá negociar todo lo demás" como estancia en la mar o la apertura de las zonas de reserva, entre otras demandas.
A su juicio, el documento planteado por la administración regional hace "inviable" la captura de la chirla, por lo que el sector ha manifestado en su escrito "su rechazo total" ya que el borrador "no es serio".
En esta misma línea, Núñez ha pedido a la Junta, "única" administración con competencia en el sector, que determine la subvención que estime conveniente para cada barco y tripulante mientras se analiza y estudia la posible reducción del tallaje.
Ha destacado que en el proyecto de Orden "no se definen los horarios de actividad ni la reducción en el tallaje del marisco de 25 a 24 milímetros ni se dice nada de las zonas de reserva; esto es una ofensa al sector".
Del mismo modo, ha explicado que en este borrador "se sustituyen las cinco horas de esfuerzo pesquero por una tara de 150 kilos diarios", pero "esto no sirve". "Hay que abrir las zonas de reserva para mover los fondos, ya que en las zonas que se quedan vírgenes el molusco se muere", ha añadido.
Ante esta situación, los mariscadores y armadores del sector no descartan comenzar movilizaciones, aunque todo esto debe aún debatirse en asamblea. Por su parte, sus esposas se plantean retomar el encierro que levantaron antes de Nochebuena.
