Este es uno de los datos que recoge el libro “La incidencia de la crisis económica en la provincia de Jaén”, elaborado por Antonio Martín Mesa, Catedrático de Economía Aplicada y director de la Cátedra de Planificación Estratégica Territorial de la Universidad de Jaén; José Juan Duro Cobo, profesor de Economía Aplicada de la UJA, y Blanca Mª García Moral, Economista de la Fundación “Estrategias”, que ha sido editado por Caja Rural de Jaén.
Según explica Antonio Martín Mesa, el 55,9 por ciento de estos empleados trabajan para la Junta de Andalucía y el 29 por ciento lo hacen para ayuntamientos. Este dato pone de manifiesto la magnigtud del sector público en la provincia de Jaén, una de las más castigadas por la crisis, según el estudio. Pero curiosamente, Martín Mesa aporta otro dato. En plena crisis, entre los años 2007 y 2010, el único sector que ha crecido en la provincia ha sido el público, creando 680 nuevos puestos de trabajo, mientras el comercio veía cómo desaparecían 1.500 establecimientos y el tejido empresarial perdía 1.663 empresas en 2009 y otras 1.400 en 2010, cayendo el PIB de Jaén un 4,2%, cuando la media española se situó en un 3,7 por ciento de pérdida del PIB.
“Las conclusiones del estudio es que a Jaén le ha afectado más la crisis que al resto de España”, indica el catedrático de Economía. Además, alerta sobre el aumento de la economía sumergida, que ya representa un euro de cada cuatro, concretamente un 24,4 por ciento del PIB de la provincia. Sin embargo, pese a estos datos, la Renta Familiar Disponible de los jienenses, es decir, lo que se destina al gasto y al ahorro, ha aumentado un uno por ciento en este periodo, fruto según Martín Mesa del aumento de transferencias y prestaciones sociales de las administraciones a una provincia castigada por el desempleo.
Martín Mesa también cree que España invierte en capital humano muy por debajo de la media europea, lo que unido a la política de recortes del Gobierno central condena al país al “ostracismo”. “Si nos cargamos la inversión en capital humano, en educación, en investigación, etc., nos estamos cargando la posible futura salida de la crisis”, concluye el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Jaén.
El sector del olivar
Según el estudio sobre la incidencia de la crisis en la provincia de Jaén el sector del olivar, que representa el 17 por ciento del PIB de la provincia no sólo ha sufrido la recesión económica, sino que ha visto agravada su situación por otra crisis, la de precios. Martín Mesa informa de que en la campaña 2005-2006 el precio del kilo de aceite de oliva virgen extra estaba a 3’49 euros. De ahí se ha pasado a 1’70 euros por kilo. El catedrático achaca esta situación a nuevos competidores más productivos, ya que aunque la producción ha aumentado un 125% en los últimos años, la demanda también lo ha hecho.
“Existe una estructura política cara y muy poco eficiente”
Una de las conclusiones a las que llega el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Jaén, Antonio Martín Mesa, tras el trabajo realizado para este libro sobre la crisis en la provincia de Jaén, es que “existe una extructura política cara y muy poco eficiente”. Y esta afirmación no la hace de forma gratuita: “Jaén llegó a registrar más de un millón de pernoctaciones. Esta cifra ha caído un 22 por ciento en estos años. Sin embargo, todas las administraciones, locales, provinciales, regionales y estatales, tienen competencias de turismo y realizan con frecuencia planes y programas”.
Este dato, unido al incremento del empleo público durante los años más duros de la crisis alerta sobre un inadecuado funcionamiento de las administraciones para el economista jienense. “Hemos llegado a una situación tan crítica que es necesario un gran acuerdo nacional. España necesita que los dos grandes partidos pacten y que se llegue a un consenso para salir de esta situación”, asegura Martín Mesa.
Por otro lado, también cree que los sindicatos han tenido su parte de culpa en toda esta situación y considera que tal vez podrían haber sido “más flexibles salarialmente”, al igual que el tejido empresarial cree que podría haber invertido mucho más de lo que lo ha hecho en los años de bonanza.