La Comisión Europea propondrá que el Banco Central Europeo (BCE) "tenga la última palabra" en la imposición de sanciones y en la supervisión bancaria, aunque delegue funciones en los organismos de control de los países de la eurozona, según ha precisado el comisario europeo de Mercado Interior y Servicios Financieros, Michel Barnier.
En una entrevista con Europa Press y otros medios europeos, Barnier ha remarcado que el BCE, como "supervisor único" que "centraliza el control" del sistema bancario europeo, tendrá "la última palabra" a la hora de imponer sanciones, véase la retirada de la licencia bancaria, y en la labor de supervisión.
No obstante, ha aclarado que "canalizará ciertas funciones a través de los supervisores nacionales" que "seguirán jugando un importante papel" en el conjunto de la zona euro.
Barnier ha enfatizado el deseo expreso de la Comisión Europea, que esta tarde se reúne de nuevo para ultimar la propuesta a presentar este miércoles, de que los 6.000 bancos de la zona euro estén bajo la supervisión del BCE y no solo los "sistémicos", tal y como propugna Alemania.
"El órgano supervisor único cubrirá una significativa mayoría de los bancos, incluidos otros más pequeños como Dexia o Bankia. Esta labor de control no se acometerá solamente desde Fráncfort, sino que se delegará en los supervisores nacionales", ha argumentado Barnier. "El supervisor delimitará la escala de las sanciones, pero la protección de estas entidades permanecerá a nivel nacional", ha añadido.
TODOS LOS BANCOS CONTIENEN UN ELEMENTO DE RIESGO.
Barnier ha defendido que "sea cual sea el tamaño de los bancos, todos contienen un elemento de riesgo" que es susceptible de "contagiarse al resto del sistema y, por lo tanto, llegue a los ciudadanos".
El BCE permanecerá informado de la evolución de cada uno de los bancos por parte de los supervisores nacionales, cuyo marco de actuación se delimitará "en unas semanas o unos meses". La propuesta final está previsto que se culmine a finales de este año para que, a comienzos del próximo, sea refrendado por los parlamentos nacionales.
Barnier ha aseverado que solo habrá un único supervisor a fin de que los bancos de la zona euro "sigan las indicaciones" dictadas por un mismo órgano. La excepción estará en los países pertenecientes a la Unión Europea (UE), cuya supervisión correría a cargo de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), salvo que quieran someterse "voluntariamente" a la supervisión del BCE, según ha explicado el comisario europeo.
ESPERA QUE ESPAÑA DECIDA "PRONTO" SOBRE EL RESCATE.
Por otra parte, Barnier ha mostrado su confianza en que el Ejecutivo de Mariano Rajoy tome una decisión "pronto" sobre el rescate a España. "Confiamos en que el Gobierno español tome las decisiones correctas", ha indicado Barnier. Hasta ahora, ha señalado, "España ha emprendido una serie de reformas y de esfuerzos muy importantes y alentadores".
De acuerdo con el borrador de la propuesta de la Comisión Europea, desde enero de 2013 -en una primera fase--, el órgano supervisor adscrito al BCE asumirá el control de los bancos que hayan recibido ayudas públicas. A partir de julio de 2013, el BCE pasará a vigilar también a las entidades sistémicas, mientras que el 1 de enero de 2014 se encargará ya de las alrededor de 6.000 entidades que hay en la eurozona.