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Costa Occidental

Mares II establecerá un sistema de control biométrico para los inmigrantes contratados en origen en Marruecos

El proyecto, dotado con 1,5 millones de euros por la Unión Europea, tiene un plazo de ejecución de 24 meses y también abordará la resposabilidad social corporativa de las empresas agrícolas con este colectivo de trabajadores, así como tratará de expandirse al Norte de Marruecos, al resto de Andalucí

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  • El proyecto fue presentado en Cartaya -

La Fundación para Trabajadores Extranjeros en Huelva –Futeh- ha dado esta semana en Cartaya el pistoletazo de salida al proyecto Mares II, ‘Transferencia del sistema para la movilidad de flujos migratorios laborales Marruecos–Andalucía’, financiado por la Unión Europea con 1,5 millones de euros dentro del marco del Programa Operativo ‘España Fronteras Exteriores (POCTEFEX)’.

Una iniciativa que permitirá la implantación de un sistema informático para el control biométrico (o reconocimiento y autentificación) de los trabajadores contratados en origen en Marruecos para desempeñar labores agrícolas en Huelva y otras provincias andaluzas, basado en la verificación digital de sus huellas dactilares.

Dicho sistema, según explicó durante la presentación del proyecto en Cartaya el presidente de la Futeh, Santiago Lepe, permitirá la expedición con carácter experimental de un carné individual (o tarjeta biométrica) a cada temporero, basado en su huella digitalizada, “que evitará gastos burocráticos y papeleo, así como los fraudes que se suelen dar con el actual sistema de visados”.

El sistema también permitirá flexibilizar y agilizar los actuales trámites para la contratación de trabajadores en origen en el Reino Alauita, por lo que “se podrá responder de forma inmediata a las necesidades laborales de los empresarios agrícolas, cubriendo casi en tiempo real sus necesidades de mano de obra en cada momento de la campaña”.

Además, el sistema no sólo se centrará en el control numérico y en la autentificación de los trabajadores, sino que irá mucho más allá y profundizará en el perfil personal, laboral y curricular de cada uno, permitiendo a los empresarios una selección más acorde con sus necesidades.

Otro de los objetivos del proyecto, según especificó Lepe, se centra en el control de las condiciones laborales de los trabajadores durante su estancia en nuestro país, para lo que se va a desarrollar una experiencia piloto con la colaboración de al menos seis empresas agrícolas de nuestra provincia que pretendan ser socialmente responsables, en las que se estudiará el cumplimiento de las medidas laborales de seguridad e higiene con los trabajadores, o de los alojamientos que disponen para ellos.

Por otra parte, y dado el “éxito” de los proyectos a los que éste da ahora continuidad (Aeneas-Cartaya y Mares I), la Futeh, junto con el resto de socios que participa en Mares II: Fundaciones CEPAIM y AFIES, D.G. de Políticas Migratorias de la Consejería de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía, D.G. de Seguridad y Salud Laboral de la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía, y Agencia  Nacional Marroquí de Promoción de Empleo y Competencias (ANAPEC), también cuentan entre sus objetivos, según señaló Lepe, exportar el modelo onubense de gestión circular de flujos migratorios al Norte de Marruecos y al resto de Andalucía, así como a otras comunidades autónomas como es el caso de Murcia, para posteriormente ser adoptado por la Unión Europea para países como Italia, Francia, Bélgica o Alemania, dentro del marco del establecimiento de mecanismos comunitarios que permitan un control de los flujos migratorios de forma ordenada de sus fronteras exteriores. Para ello, según el presidente de la Futeh, la UE enviará a Huelva observadores que analicen el desarrollo del Mares II, “reconociendo así el éxito del modelo onubense para controlar y ordenar los flujos migratorios laborales basado en la contratación en origen”.

Por su parte, la Junta de Andalucía va a participar en el desarrollo del proyecto fomentando la integración de los inmigrantes y la gestión de la diversidad en empresas agrícolas con el objetivo de promover una mejor convivencia y relaciones laborales entre los trabajadores extranjeros, las empresas y la población del entorno. Así lo puso de manifiesto en Cartaya el director general de Coordinación de Políticas Migratorias, Luis Vargas, que informó sobre las acciones formativas que impulsará la Consejería de Justicia e Interior en el desarrollo de la iniciativa. Vargas explicó que se van a desarrollar actividades de formación tanto del personal técnico de empresas del sector agrícola como de trabajadores inmigrantes. Igualmente, la Consejería de Justicia e Interior va a promover un protocolo para la gestión de la diversidad en las empresas agrícolas mediante la realización de estudios del sector y asesoramiento a las empresas implicadas en aras de mejorar la empleabilidad y las relaciones entre empresarios y trabajadores. Asimismo, la Administración andaluza va a promover un certificado de buenas prácticas para aquellas empresas agrícolas que se distingan por una gestión socialmente responsable.

Por su parte José Antonio Amate, director general de Salud y Seguridad Laboral, subrayó en la presentación de Mares II la colaboración de la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo en la formación de los trabajadores contratados en origen en materias como prevención de riesgos laborales, o seguridad e higiene en el trabajo.

COMPLEMENTO A LA PRIORIZACIÓN DE MANO DE OBRA LOCAL

Por otra parte y “lejos de contraponerse” este proyecto con las actuales políticas laborales encaminadas a priorizar la mano de obra local para las campañas agrícolas debido a la crisis que atraviesa nuestro país, tanto el presidente de la Futeh, como el director general de Coordinación de Políticas Migratorias, coincidieron en señalar que se trata de un “complemento”.

En este sentido, Vargas subrayó que “no participará en este proyecto ningún trabajador que no forme parte de los contingentes que fija el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, teniendo en cuenta la priorización de la mano de obra local”.

No obstante, señaló, “aún hay sectores en los que los locales no quieren entrar y sí los extranjeros, por lo que todo esto es perfectamente compatible y armonizable”.

Por su parte, Santiago Lepe aseguró que “al final, quien contrata es el empresario, que puede disponer de trabajadores nacionales, comunitarios o extracomunitarios y esta crisis no va a durar siempre”. Además, puntualizó “si el año pasado vinieron a Huelva 1.000 trabajadores contratados en origen, el objetivo del proyecto es que los que vengan este año lo hagan de forma aún más ordenada ya que uno de los principales objetivos es que no haya inmigración de forma descontrolada”.

FRESHUELVA APLAUDE LA INICIATIVA 

Por su parte, el gerente de Freshuelva, Rafael Domínguez Guillén, que también asistió a la presentación del proyecto, afirmó que la iniciativa “va a favorecer sobre todo la continuidad del modelo onubense de control de los flujos migratorios”, lo cual según sus palabras “va a posibilitar que se dé la coordinación y el control necesarios para que el modelo funcione correctamente”. Domínguez también subrayó la importancia del proyecto porque no sólo va a tratar de controlar numéricamente los flujos migratorios, sino también la calidad y características de los trabajadores y de sus condiciones laborales, “y todo para evitar la inmigración irregular”.

PARA EL SECTOR EL AGUA ES EL PRINCIPAL PROBLEMA DE CARA A LA CAMPAÑA DE LA SIEMBRA

En otro orden de cosas, y de cara al inminente inicio de la campaña de la siembra de la fresa, que se desarrollará en Huelva el próximo mes de octubre, el gerente de Freshuelva subrayó que la principal preocupación de los empresarios del sector es el agua, “como se está poniendo de relieve a diario a través de la Plataforma para la Defensa de los Regadíos en el Condado. Y es que según señaló “se trata de un bien imprescindible para la agricultura ya que los campos, de cara al inicio de la campaña de la siembra necesitan riego”.

En materia laboral, Domínguez señaló que de cara a la siembra este aspecto es “poco significativo” ya que según sus palabras “van a ser necesarios los mismos trabajadores que en las anteriores campañas (entre 4.000 y 5.000), que prácticamente van a ser los mismos ya que las plantillas están prácticamente cerradas con la mano de obra local, no siendo necesario recurrir a la contratación en origen”.

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