Un contingente de soldados de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEEAC), llegará en las próximas horas a Malí para sumarse a la ofensiva contra los rebeldes que han asumido el control del norte del país.
Los soldados comenzarán el despliegue el próximo lunes como muy tarde, según informó el ministro de Integración de Costa de Marfil, Ali Coulibaly, y se sumarán a las fuerzas malienses y francesas que ya operan en el país africano.
"El lunes habrán llegado o habrán comenzado a llegar. Hay que recuperar el norte del país que está ocupado por los yihadistas", declaró Coulibaly, cuyo país ocupa la presidencia rotatoria de la organización.
El presidente francés, François Hollande, anunció este viernes que tropas galas han comenzado esta tarde su intervención para apoyar al Ejército de Malí frente a la ofensiva de rebeldes islamistas y ha precisado que permanecerán en el país africano mientras sea necesario.
Las Fuerzas Armadas malienses recuperaron ayer el control de la ciudad de Konna, un punto estratégico que se encontraba desde ayer en manos de los rebeldes y cuya pérdida llevó al Gobierno a pedir inmediatamente el despliegue de tropas internacionales para mantener el control del país.
Por su parte, Estados Unidos sopesa su participación en la operación en Malí, si bien se inclina por compartir información de Inteligencia y apoyo logístico, según han declarado a Reuters fuentes estadounidenses.
"Continúan las discusiones", ha señalado esta fuente bajo la condición de anonimato. La portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Victoria Nuland, ha asegurado que Washington permanece en "estrecho" contacto con París, que todavía no ha pedido formalmente a Estados Unidos su participación, al igual que Malí.
La crisis política en Malí se desató el pasado mes de marzo, cuando un nutrido grupo de militares descontentos por la falta de recursos suministrados por el Gobierno para combatir al Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA) en el norte dio un golpe de Estado.
Aprovechando el caos institucional, los rebeldes tuareg se hicieron con el control de las tres regiones que forman el Azawad --Tombuctú, Kidal y Gao-- y proclamaron unilateralmente su independencia, aunque este movimiento no contó con el reconocimiento de la comunidad internacional.