El vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha dicho este martes que tiene intención de proponer "a corto plazo", en los próximos 6 a 18 meses, un instrumento de convergencia que proporcionará "apoyo financiero europeo" a las reformas en países en crisis como España.
Rehn ha lamentado que "en España el paro es muy alto" y ha alertado de que en la última década se han perdido 750.000 puestos de trabajo en el sector industrial, lo que a su juicio revela una "preocupante pérdida de competitividad". Al mismo tiempo, en los últimos meses "las exportaciones están aumentando y el volumen de exportaciones es más alto que nunca en España", ha celebrado.
El Ejecutivo comunitario cree que la situación de la economía de la eurozona es mejor que en 2012 porque "ha desaparecido completamente" el riesgo de ruptura del euro o de salida de Grecia. "Pese a estos progresos, tenemos graves retos, como el alto nivel de paro o un crecimiento demasiado lento y no hay margen para ningún tipo de complacencia", ha señalado el vicepresidente económico.
"Necesitamos mantener el ritmo de las reformas económicas para apoyar el reequilibrio de la economía europea" y "reforzar o restaurar la competitividad de la industria europea", ha defendido Rehn. Las reformas deben centrarse en impulsar la I+D y la educación y la formación, facilitar la inversión privada y la reactivación del crédito para pymes y proseguir en la reforma del mercado laboral.
Bruselas defiende un año más "proseguir con una consolidación fiscal coherente". Su justificación, ha explicado el comisario de Asuntos Económicos, es que el nivel de deuda de Europa ha aumentado debido a la crisis hasta el 90% del PIB, un nivel que supone un "lastre para el crecimiento". "No hay alternativa a una consolidación fiscal coherente e inteligente", ha agregado.
No obstante, Rehn ha repetido que "es importante una diferenciación de la consolidación fiscal en cada país de acuerdo con su margen presupuestario y perspectivas de crecimiento". Y ha recordado que Bruselas ya dio prórrogas el año pasado a España, Portugal y Grecia para corregir su déficit excesivo.
"Las reformas estructurales y la consolidación fiscal requieren enormes esfuerzos", ha admitido el alto funcionario comunitario. "Precisamente por estas razones, hemos propuesto la creación de un instrumento de convergencia y competitividad como mecanismo de solidaridad en la eurozona", ha alegado.
"Su objetivo sería apoyar de forma eficaz las reformas económicas de los Estados miembros y combinaría compromisos vinculantes por parte de los Estados miembros para acometer una serie de reformas concretas con apoyo financiero europeo para su aplicación", ha señalado Rehn.
"Este instrumento serviría así como un incentivo para reformas necesarias y ayudaría a afrontar los costes a corto plazo de estas reformas", ha indicado.
Además de la creación de este instrumento de convergencia, la prioridad de la Comisión para este año en las reformas para hacer más resistente la eurozona será culminar la creación del supervisor bancario único basado en el Banco Central Europeo (BCE) y proponer una autoridad de liquidación única para entidades quebradas.