Jaén, capital mundial del aceite de oliva” reza el monumento que da la bienvenida (o no) a los visitantes de la ciudad, que deben pensar: “deberíamos visitar el museo del aceite de la ciudad”. Incautos. Infelices. Jaén, capital mundial del aceite de oliva, no tiene museo del aceite de oliva. La provincia sí. Pero la capital mundial del aceite de oliva, no. Hay uno a unos veinte kilómetros, cerca de Mengíbar, en el Parque Tecnológico y Científico de Geolit (o no). Es el Museo Activo del Aceite de Oliva y la Sostenibilidad, que a veces visitan colegiales. Por la carretera de servicio, porque el Parque Tecnológico y Científico de Geolit (o no) ni siquiera tiene acceso por la autovía, porque se hizo en mitad de la nada por no traerlo a la capital. Cosas de los políticos, sus partidos y sus disputas, nada que nos tenga que preocupar a nosotros los ciudadanos.
Proyectos ha habido muchos, quizá uno con cada corporación municipal, pero no, la capital mundial del aceite de oliva no tiene museo del aceite. Valdepeñas sí tiene Museo del Vino. Digo esto, porque ahora que se vuelve a buscar utilidad al edificio del Banco de España, podríamos pensar en ubicar en él un museo del aceite de oliva. El archivo municipal, sala de exposiciones, biblioteca y museo de aceite. Así tal vez comencemos a hacer honor al título de capital mundial de nuestra seña de identidad fuera de estas fronteras, sin menospreciar al monumento de entrada de la carretera de Córdoba.
Quienes piensen en lo descabellado de la idea no tienen más que dar una vuelta para descubrir lo descabellado de esta ciudad. ¡Señores! No están las arcas de ninguna administración, con permiso de la Diputación Provincial de Jaén, para abanderar proyectos nuevos, pero se da la circunstancia de que existe un edificio emblemático en esta ciudad al que se le está buscando uso. Siéntense, lleguen a un acuerdo (¡uy, lo que he dicho!), trasladen las instalaciones y todo el contenido del Museo del Aceite de Oliva de Geolit y háganlo ‘Activo’ de verdad, en la capital mundial del aceite de oliva, que es Jaén, y después usen el actual edificio que ocupa en Geolit para la tecnología y la ciencia, porque traer todo Geolit a la capital, con accesos dignos e incluso un tranvía que algún día podría funcionar, ya, desgraciadamente, no es posible.