Si para rezar cualquier momento es bueno. El mes de Octubre recién comenzado también los es. Y además de celebrarse santorales tan importantes como San Francisco de Asís, la Virgen del Rosario, la del Pilar y Santa Teresa de Jesús entre otros. Es el mes por excelencia dedicado no sólo a rezar el Santo Rosario, sino también, el mes más apropiado para visitar a la Virgen en sus respectivas advocaciones y santuarios. Es decir para Peregrinar.
Peregrinar visionado bajo un concepto amplio, constituye moverse o trasladarse de sitio. Pero cuando un grupo de creyentes lo hace a un lugar sagrado. Entonces sus visitantes alcanzan el grado absoluto de peregrinos.
Las peregrinaciones se realizan siempre a los lugares donde existen consabidas e importantes connotaciones atractivamente espirituales y religiosas; dignas de cultos, oraciones y devociones. Y su práctica suele ser habitual en todas las religiones y culturas. En algunas, como en el caso de la musulmana, se hace no obstante indispensable, efectuar una peregrinación, generalmente a La Meca, al menos una vez al año.
Las peregrinaciones se puede considerar que se fundamentan a través de un fenómeno universal y antropológico, donde el peregrino encuentra la magia de lo sobrenatural en la participación. Y también, el de una realidad distinta a la realidad profana.
Son diversas y variadas las formas y maneras de practicar las peregrinaciones. Unas, se realizan por las inquietudes y los llamados de una profesión de fe. Otras, para expiar las culpas, los pecados o vaciar la conciencia de sus tribulaciones. Siendo las más frecuentes, las que se basan exclusivamente en la gratitud por los favores concedidos, cuyas peticiones alcanzan coloquialmente, el apelativo de promesas; actos muy habituales entre los fieles de nuestra religión. Por eso, nuestras hermandades y cofradías conscientes del valor espiritual que tienen, vienen fomentándolas a la disposición de sus hermanos, devotos y a cuantos deseen adherirse a ellas; mediante visitas colectivas y programadas.
También cabe señalar, que peregrinar consiste en visitar una capilla más o menos próxima. O un lugar donde se custodie algunas reliquias de mártires, santos o en el que haya sucedido algo especial. Hecho que está recogido en el salmo 122 de la Biblia. Peregrinar se puede efectuar andando, sin necesidad de grandes traslados. Un ejemplo práctico para nosotros por su cercanía, sería, visitar a Santa Ana en Chiclana o la Virgen de Lourdes en Puerto Real, que otrora se practicaba con bastante frecuencia desde la Isla.
Hay otras más distantes y antiguas como las peregrinaciones cristianas, que se remontan al siglo IV. Siendo las tres más significativas: Jerusalén (Tierra Santa), el Vaticano y Santiago de Compostela.
Sin embargo, en nuestra provincia, en toda Andalucía, en el resto de España y en el extranjero. Existen multitudes de ermitas, santuarios y basílicas, prestas a ser visitadas por los fieles y devotos peregrinos, que por su cercanía obligan a mencionar como La Virgen de la Oliva en Vejer/Barbate, la de los Santos en Alcalá de los Gazules, la de Regla en Chipiona, la del Rocío en Almonte, la de los Reyes en Sevilla, la de la Cabeza en Andújar, la de Guadalupe en Guadalupe (Cáceres), la del Pilar en Zaragoza o la Santiña y la de Covadonga en Asturias, entre un largo ramillete de advocaciones devotas. Y en el extranjero, como no, Fátima en Portugal y Lourdes en Francia.
Y al citar a la Virgen de Guadalupe cacereña, hay que hacer referencia también a la de Méjico (origen de todas las demás advocaciones de su nombre). Y contar una anécdota, quizás poco conocida que tuvo lugar en el bello pueblo serrano de Algar en nuestra provincia.
Su patrona es la Virgen de Santa María de Guadalupe, que fue el primer nombre que tuvo la localidad en base a la siguiente leyenda. Sucedió que Domingo López de Carvajal que era un rico comerciante, oriundo de la zona. Embarcó hacía Méjico y la nave que lo llevaba naufragó; salvándose de perecer ahogado. Entonces prometió a la Virgen de Guadalupe fundar la villa que hoy conocemos como Algar, cuyo título se le concedió por un decreto real de Carlos III, un 13 de ‘Octubre’ de 1773., que precisamente el próximo día 13 cumplirá 241 años. El templo que da culto a la Virgen, lleva su nombre y su construcción es de arquitectura totalmente mejicana. Está ubicada en la plaza de la villa. Algar es un vocablo árabe que significa cueva. Merece la pena -peregrinar- hasta allí y además de cumplir con el precepto, disfrutar de su maravilloso entorno: el Pantano, el antiguo Tempul y el Tajo del Águila. Y de paso, disfrutar de su exquisita gastronomía serrana. Seguro que son pocos los que conocen la historia de este bello pueblo, teniéndola tan cerquita.