Y ahora qué? Se preguntan y con más razón que un santo. La Justicia se ha pronunciado claramente sin medianías. El auto de la Audiencia Provincial de Cádiz da razón al Recreativo Club Portuense, el mismo que ha estado reclamando, precisamente, desde hace más de un año que se hiciera Justicia. Lo justo.
La falta de argumentaciones ha desmontado la caza de brujas emprendida entonces. Una docena de miembros de la Policía Nacional ocuparon, bajo orden judicial del Juzgado de lo Mercantil, el estadio José del Cuvillo para embargar los exiguos euros que se habían recaudado en taquilla. La misma que no alcanzaba ni para pagar al árbitro.
La diligencia y la celeridad para con el club recreativista no encontró, casualmente, las mismas en pedir la responsabilidad del auténtico culpable del desaguisado cometido con el Racing Club Portuense.
El tiempo suele responder y visto lo visto, la justicia, la Justicia, con mayúsculas, ha tenido ahora su mejor respuesta. La clausura del estadio racinguista sirvió para intentar imponer un peaje que salió rana.
El mismo que se vendió a bombo y platillo y que no tuvo la continuidad esperada. El Recreativo Club Portuense se ha cobrado su particular victoria judicial y moral, el José del Cuvillo ha pagado y de una forma demasiada alta, la irresponsabilidad y la injusticia cometida con él. A la vista está de todos. Justicia
