Tras formar parte del paisaje de las playas españolas en los 70, los suecos han vuelto a implantarse como parte indispensable del turismo en temporada baja, y hay empresas que mantiene su actividad en invierno gracias a estancias que superan los tres meses de duración.
Se trata de un mercado del que, hasta hace poco, se desconocían las potencialidades que podía tener, pero en el que se han fijado determinados sectores turísticos para dotarlo de ocio activo durante su estancia en la provincia, siempre teniendo en cuenta que se trata de personas de edad madura y con un alto poder adquisitivo.
Por encima de las iniciativas públicas de apoyo al sector turístico de forma global, algunas empresas privadas intentan ponerse las pilas en la temporada baja para conseguir esos nuevos nichos de mercado del norte de Europa.
La responsable de una de ellas, Marta Jariod, explica a Efe que el mercado escandinavo es una destacada potencialidad "y se trata de un sector cada vez más potente, que se enamora, literalmente, de todo lo que ofrece la provincia".
Para Jariod, "Huelva no es consciente del creciente mercado escandinavo, que se dedica en sus momentos de ocio sobre todo al golf, un mercado que nos cubre los meses de temporada baja del turismo andaluz convencional".
Y es que, los suecos "adoran vivir en nuestra tierra, les gusta nuestro clima, la tranquilidad, que no son playas explotadas, y viven en pueblos con gente sencilla donde se encuentran cómodos, y en general se encuentran muy a gusto".
Por eso, esta experta en este tipo de turismo considera que hay que potenciar a este tipo de turismo, que son personas "de alto poder adquisitivo, que vienen con su coche de alquiler y hacen de sus alojamientos en Huelva un segundo hogar durante los fríos meses de invierno en su país de origen", provocando beneficios en los campos de golf y pequeños comercios de la costa, "además de que es gente muy educada y en buena forma física".
Con el fin de que su estancia en la Costa de la Luz sea lo más agradable y activa a la vez, se organizan una serie de actividades de vez en cuando para que conozcan distintos puntos de la zona en la que pasan sus días de descanso, como la que esta semana les ha llevado al río Guadiana desde un punto de vista distinto al que ven normalmente.
Este lunes, un autobús les recogió en su "segunda casa" de Punta Umbría para llevarlos a un complejo turístico de Ayamonte, con destino posterior a un campo de golf en el margen contrario del río, en la localidad portuguesa de Castro Marín.
Ese campo fue el escenario de un pequeño torneo, para celebrar una fiesta posterior con almuerzo y entrega de premios para los participantes.
El propio campo de golf tiene un atraque, lo que facilitó que fuesen recogidos por una empresa de transportes fluviales, que los llevó río abajo para desembarcar en el puerto deportivo de Ayamonte una vez terminado el paseo casi hasta la desembocadura del río.
Con todo ello, muchas empresas intentan potenciar que el mercado sueco se fije cada vez más en la costa andaluza, complementando a otros, como el alemán o el británico, que poco a poco van llegando en los meses de frío para conseguir que la actividad turística no decaiga completamente cuando comienzan a descender los niveles de los termómetros.