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La puesta en servicio del riego de Vega Campo Baza posibilita la transformación y modernización de 1.434 hectáreas agrícolas

El proyecto ha supuesto una inversión de 4.390.356 euros. La Junta ha subvencionado el 90% a través de fondos propios y europeos.

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  • En la balsa de almacenamiento -

A las 1434 hectáreas de la comunidad de regantes 'Vega Campo-Baza' ya llega el agua que las puede transformar en tierras más productivas, capaces de acoger una agricultura rentable y competitiva que incremente los ingresos de los agricultores y genere puestos de trabajo. Ha sido posible gracias al proyecto de modernización de regadíos emprendido por más de 300 agricultores y propietarios de tierras, que hasta ahora estaban dedicadas en su práctica totalidad al almendro y olivo de secano.

La puesta en servicio de la instalación, iniciada hoy con la delegada de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Inmaculada Oria, el alcalde de Baza, Pedro Fernández, y el presidente de la comunidad de regantes, Juan Andrés Carrillo, “puede marcar un antes y un después en la agricultura de nuestra ciudad y suponer una oportunidad laboral para muchas personas” afirmó el regidor bastetano.

En este sentido se ha manifestado también el presidente de la comunidad, Juan Andrés Carrillo, que ha confirmado la existencia de nuevas iniciativas agrícolas vinculadas, sobre todo, a la plantación de hortalizas que se desarrollarán próximamente y otras propuestas similares de agricultura en invernadero que podrían llegar a buen fin.

La iniciativa ha sido posible gracias a la subvención que aprobó la Junta de Andalucía y con la que están financiando el 90% de su coste, es decir, la subvención asciende a 3.265.554 euros (70% está subvencionado por la Unión Europea y el 30% restante por la Junta) de los 3.628.394 € en los que se adjudicaron las obras. El resto del importe hasta completar los 4.390.356,99 euros ha sido aportado por la comunidad de regantes.

Inmaculada Oria ha recordado que la innovación para mejorar el aprovechamiento del agua fue uno de los factores determinantes para que este proyecto, “hoy una realidad gracias a la gestión ejemplar de la comunidad”, obtuviera la máxima financiación posible de la Junta de Andalucía, el 90%. “Los agricultores de Baza llevan muchos años esperando, y tras doce años y un intenso trabajo hoy están preparados para ser más competitivos y emprender una agricultura más rentable y sostenible” ha afirmado Oria.

Los trabajos han consistido en la instalación de equipos para la irrigación por goteo y aprovechamiento de los 2.721.543 metros cúbicos de agua al año que le concedió la Junta a Vega- Campo- Baza y que se captan del trasvase Negratín- Almanzora, la construcción de una balsa de riego con capacidad para 94.000 metros cúbicos y una estación automatizada de filtrado y de distribución del agua por sectores.

La innovación y el ahorro de agua como elementos claves.

El agua llega a la balsa de almacenamiento y de ahí se conduce a una nave de filtrado, con filtros autolimpiantes y automáticos, donde se distribuye el agua limpia a los cinco sectores de riego en que está dividida la comunidad (4 por gravedad y uno con apoyo de motores para conseguir la presión necesaria).

La red de distribución de la comunidad de regantes está compuesta por 188 kilómetros de tuberías (entre principales de transporte y secundarias que van a cada parcela), en las cuales el agua se distribuye a presión de entre 5 y 10 atmósferas.

Esta red de distribución da servicio a 184 hidrantes o casetas de contadores, en los cuales se ubican los contadores que servirán a cada finca. Hay unos 500 contadores en toda la instalación. Los contadores cuentan con una electroválvula, piloto reductor de presión y piloto regulador de caudal.

Todos esto está controlado por un moderno sistema de telecontrol que permite comprobar de forma instantánea el consumo de agua, programar apertura y cierres de contadores y las presiones en los distintos puntos de la red, que indican si se producen fugas y actuar con rapidez y agilidad para ahorrar agua y reparar averías.

Por otro lado, los agricultores podrán controlar desde un telecontrol por ordenador sus consumos, abrir y cerrar el paso de agua de cada una de las electroválvulas que controlan sus tomas.

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