¿Son las sevillanas un palo más del flamenco? La cantaora lepera Rocío Díaz tiene claro que sí, y con esa premisa ha puesto en marcha la gira de ‘Son Flamenco’, espectáculo con el que reivindica la importancia de las sevillanas en toda su extensión en la cultura andaluza.
Un espectáculo de dos horas de duración que en la noche de este viernes hizo parada en su ciudad, Lepe, y que tiene la intención de recorrer todos los escenarios posibles, siempre para poner sobre la mesa que "las sevillanas flamencas no se pueden perder, las nuestras, las de siempre", como señala a Efe y explica también desde el mismo escenario al público que la acompaña.
Rocío Díaz hace un repaso desde el escenario a muchas de las grandes sevillanas de la historia con su particular estilo, aunque sin olvidar los palos más tradicionales del flamenco más puro, ya que, incluso, el espectáculo empieza con una impresionante toná que la cantaora entona desde el inicio del escenario.
Cualquier flamenco diría que un inicio de espectáculo a ese nivel es un "suicidio musical", sin calentar la voz y sola en el escenario, pero la artista sale indemne del envite, se retira del escenario, entran los músicos, y todo comienza a fluir con las sevillanas como protagonistas.
Entre los músicos que se suben al escenario con ella se encuentra Jesús Bola, toda una institución de la música andaluza, que señala que se trata de un "espectáculo muy dinámico, que gusta mucho a todo el mundo por la diversidad que refleja en el escenario".
Lo dice alguien que sabe un poco de esto de la música, ya que ha colaborado con compositores y directores como Ennio Morricone, Antón García Abril, Maurice Jarre, Carmelo Bernaola, John North y Howard Shore entre otros, y compositor de artistas como Rocío Jurado, El Lebrijano, Los del Río, Azúcar Moreno, Joaquín Cortés, Rafael del Estad, María Dolores Pradera o Malú.
Ahora, su piano y él vigilan todo el espectáculo desde el escenario, dando toda la libertad a la artista para que fluya su música sin cortapisas: "Me siento como pez en el agua, ya que me puedo mover, cantar, no estoy atrapada en una silla, y tengo la oportunidad de cantar sevillanas, que así empecé en este mundo", explica.
David Díaz, hermano de la cantaora, es el alma máter de la idea, que en su tramo central supone un homenaje a uno de los grandes intérpretes de las sevillanas de todos los tiempos, Rafael Romero San Juan, además de ser una cita dinámica, ya que, en el caso de Lepe, parte del guión se modificó para adaptarlo a un repertorio local en algunos tramos, todo un esfuerzo por parte de todo el equipo, como señala el director de la obra.
Pero no solo el cante forma parte esencial de "Son sevillanas", sino que el baile toma el protagonismo con figuras del escenario como Pilar Astola, El Mistela, Leli Dores o David Pérez.
A todo ello se une el juego de palabras del nombre del espectáculo, ya que "defendemos que las sevillanas son un son más de la música, un sonido imprescindible, y a la vez que son parte del flamenco indispensables, que nunca se puede perder".
Con esa idea en la mente, desfilan por la garganta de Rocío Díaz dos horas de sevillanas corraleras, cofrades, rocieras o de feria, dos horas intensas que remata con unas bulerías con todo su equipo arropándola y el público en pie.
El espectáculo quiere demostrar que las sevillanas están en el momento que sus intérpretes quieran defender, que están en el auge que el público quiera, y a la vez poner un granito de arena en la caja de los que menos tienen.
Parte de la recaudación ha ido a parar, hasta ahora, a asociaciones como la de Síndrome de Down de Sevilla, Cáritas o la Asociación de Familiares de Alzheimer de Lepe, donde anoche hizo parada con sus sevillanas, su mantón y sus ganas de seguir peleando por este inmortal estilo musical.