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Sábado 18/05/2024  

Sábado de reencuentros y brindis bajo las nubes en el real

Aunque la lluvia amenazaba con aguar la fiesta, la Feria vivió su primer gran día con un ambiente muy familiar

  • Las damas de la Bahía se dieron un paseo en carruaje por el recinto ferial después de compartir comida y sevillanas en la caseta municipal.
Con los ojos aún somnolientos porque el viernes noche se prolongó hasta la madrugada y apenas nos ha dado tiempo de dar una cabezadita, toca regresar a la Feria. El cuerpo aún aguanta y hoy es sábado así que hay comida con la familia, baile con las amigas y una vueltecita por los cacharritos para rememorar años (décadas) pasadas y contentar a los niños. Porque hoy ellos son los protagonistas. Los vestimos para la ocasión: el niño de corto y la niña de faralaes y como está de moda, conjuntado con el que luce la madre. La niña con traje corto, la madre, un poco más largo, pero igual de esbeltas las dos y a lucir palmito. Las nubes amenazan tormenta y algunos paraguas se dejan ver en el ferial. Es sólo un espejismo. Caídas cuatro gotas para asentar el albero el sol sale tímidamente y el bochorno hace acto de presencia. Las casetas a rebosar.
Son las tres de la tarde y las más conocidas están ocupadas. En la de IP el ex alcalde Hernán Díaz con su familia. En la caseta municipal, imposible encontrar mesa para tantos amigos, parientes... así que a dar una vuelta, que alguna no estará tan llena. Es un día grande y se nota, como también el ambiente familiar. Las Banderas comienza a llenarse ya entrada la tarde, y eso alegra después de dos jornadas con menos público. Menos gente joven y menos botellona en la portada principal, lo que se agradece a esas horas.
Sorprende la caseta de Valencia. Cuatro paelleras a la vista del personal que se arremolina en las barras, la de fuera y la de dentro. Todos quieren probar la paella aunque en la caseta se ofrecen otros tipos de arroces cocinados, pero la tradición manda y hay que probar porque el olor que desprenden los platos invitan a degustar, aunque sólo sea un poco, del más típico plato valenciano. Dentro, la caseta no luce mucho. El sentir es generalizado entre los portuenses, este año la comunidad invitada no ha respondido como se esperaba. Ni folletos de promoción turística han traído para quienes gustamos de coleccionar fotografías y libros de ciudades y comunidades que en ocasiones hemos visitado, y sirven de recuerdo, y que en otras figuran en el listado de viajes a realizar. No está la economía para mucha propaganda y gastos de promoción.
Después de la paella una vueltecita por el real para ver los caballos y el espectáculo ecuestre en el recinto hípico. Difícil encontrar un asiento. Muchos jinetes en el paseo de caballistas, pocas amazonas. Quizás menos que otros años, pero no faltan los niños de la escuela Las Marías, luciendo orgullosos sobre sus caballos. Numerosos los carruajes en el paseo, algunos espléndidamente adornados, aunque la mayoría de los caballos ni siquiera lo necesitan porque su porte al andar es elegante al natural.
En algunos carruajes paseaban las damas de la Bahía después del encuentro, convertido en tradición, en la caseta municipal, en la recepción que organiza la Concejalía de Fiestas. Allí se dieron cita las ninfas de Cádiz, las Damas del Rosario de Rota, las damas de la Feria de Chiclana y las Salineras de San Fernando, sin faltar, claro está, las Coquineras portuenses. Algunas estuvieron acompañadas por sus concejales de Fiestas, como Jesús Perulero, de San Fernando. No se dejó ver el de Fiestas portuense, Millán Alegre. Después de unas tapas y unos refrescos tocó marcarse unas sevillanas y una vueltecita por el real. Para ver y dejarse ver. Inconfundibles tocando palmas y celebrando unos cantes.
En el camino comienzan los reencuentros. De amigos, de compañeros, de vecinos, de más familias, de otro tipo de compañeros. Intercambio de saludos, de besos, de cumplidos y también de brindis porque aún estamos aquí y porque no sabemos si estaremos en el futuro. Y nos citamos para la Feria de Jerez, que hoy empieza y si la economía aún lo permite habrá que visitarla, aunque sea sólo un día. Para otro tipo de reencuentros.
Y de encuentros siguió la tarde. En la caseta del PP se reencontraron el presidente de la ciudad autónoma de Ceuta Juan José Vivas de visita con algunos de sus consejeros, con el alcalde Enrique Moresco y parte de su equipo de Gobierno, en la reunión con la prensa. No faltó el presidente local, Aurelio Sánchez, ni el provincial, José Loaiza. Todos entregaron sendas placas de reconocimiento a los representantes de Cáritas y Asfanuca, José Serrato y Leticia Cabrera, quienes agradecieron el gesto.
De allí a la zona de las atracciones, donde se arremolinan las familias enteras a la espera de que el niño se canse o el dinero se agote. Caída la noche toca regresar, reponer fuerzas y hoy... más.

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