La Guardia Civil ha desactivado dos granadas de mano de la Guerra Civil española encontradas una en La Alfaguara, término de Alfacar (Granada) dentro del Parque Natural de la Sierra de Huétor y la otra en Chauchina.

   Según ha informado el cuerpo armado en un comunicado, un senderista, cuando se encontraba haciendo deporte por la sierra de La Alfaguara encontró una granada de mano de las utilizadas en la Guerra Civil, estando el exterior de la misma muy deteriorado pero manteniendo su carga explosiva intacta, dando aviso inmediatamente a la Guardia Civil.

   La otra granada fue encontrada por un vecino de la localidad de  Chauchina (Granada) en las inmediaciones del núcleo urbano, cogiendo la misma y entregándola en las dependencias de la Policía Local de la localidad quien dio aviso inmediato a la Guardia Civil, que alertó al Grupo de  Desactivación de explosivos de la Comandancia.

   Personados los artificieros en ambos puntos comprobaron que se trataba  de granadas de mano de la pasada Guerra Civil española y después de tomar las medidas de seguridad oportunas tanto para la protección de las  personas como del entorno natural en el que se encontraba una de ellas y  siguiendo los protocolos establecidos, las granadas fueron neutralizadas.

   La Guardia Civil reitera una vez más que si alguien localiza un viejo  proyectil o granada se abstenga de manipularlo y avise rápidamente al 062, ya que estos artefactos poseen el total de su carga explosiva y la  espoleta pudiendo estar activos a pesar del tiempo transcurrido y, aunque  es poco probable, pueden explosionar y herir de gravedad al que lo esté  manipulando y a cuantas personas estén cerca.

   En caso de encontrar alguno se debe proceder a marcar o balizar el lugar donde se encuentra, avisar al 062 y a ser posible sin abandonar el lugar hasta que llegue una patrulla, al objeto de evitar que otras personas  puedan encontrarla y manipularla.

   Lo que jamás se deberá de hacer es recoger el artefacto y llevarlo a otro lugar y menos aún a un domicilio o espacio cerrado, donde una explosión podría originar un verdadero estrago.