No pudo ser. Tras una tarde de incertidumbre meteorológica debido a la sucesión de pequeñas tormentas y ante la amenaza de nuevas precipitaciones, la Hermandad de la Veracruz optó por la prudencia y decidió en la noche de ayer suspender la estación de penitencia de uno de sus titulares que más fervor despierta entre los roteños: Jesús Cautivo y Rescatado.
Una determinación difícil y dolorosa tomada en la junta de gobierno celebrada en la Parroquia de la O mientras, y pese a la insistencia de una llovizna constante, en la plaza de Bartolomé Pérez comenzaban a agolparse numerosos fieles. Esos que aún confiaban en que el cielo concediera una tregua al Cautivo y que aguardaron inmóviles aunque expectantes hasta conocer la decisión final de la Hermandad.
Y es que Rota permaneció fiel y devota a su Cautivo aún cuando supo, muy a su pesar, que el Señor maniatado de los largos cabellos no realizaría su estación de penitencia sino que optaría por un rápido traslado hasta su capilla de San Roque. Tras casi una hora de insistente espera, en torno a las once y cuarto de la noche, se abrían las puertas de la iglesia de la O para dejar salir a la Cruz de Guía y a los hermanos y hermanas penitentes que iniciaban su recorrido apresuradamente sin dejar de portar sus características cruces.
Instantes después, una atípica imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado hacía acto de presencia en la plaza de Bartolomé Pérez. Una capa de plástico cubría la tradicional túnica morada y cabeza de esta talla de 1961 realizada por Miguel Laínez Capote que, pese a las circunstancias, enmudeció un año más a los roteños.
Con una velocidad inusitada aunque siempre acompañado de numerosos fieles, el Cautivo tomó el camino hacia San Roque pasando por la plazoleta Padre Eugenio, hasta Barroso, siguiendo por plaza de España, plaza de Andalucía, calle Charco, Isaac Peral y Castelar hasta alcanzar su sede canónica alrededor de las doce y cuarto de la noche.
Una amarga despedida la del Jesús Cautivo y Rescatado de una localidad que le reza y venera con devoción y que habrá de esperar un año más para poder disfrutar en toda su plenitud del solemne peregrinar de su imagen por las calles de Rota.