Según indicó la Policía Nacional en un comunicado, la organización utilizaba "vehículos caleteados" para el transporte por vía terrestre de la sustancia estupefaciente. Este método consiste en realizar una laboriosa modificación en los automóviles para crear en su interior habitáculos o espacios simulados donde ocultar diversas cantidades de sustancia estupefaciente, que pueden llegar hasta los 400 kilogramos, que quedan ocultas frente a una posible inspección del vehículo.
Los agentes tuvieron conocimiento de que la organización investigada estaba organizando un envío de hachís desde Sanlúcar de Barrameda hacia Lisboa, a bordo de un vehículo caleteado con placas portuguesas, por lo que se estableció un dispositivo para evitar el transporte de la droga.
Así, los investigadores interceptaron los vehículos justo cuando se producía el intercambio de sustancia estupefaciente por dinero. En ese momento estaban realizando el "caleteo" u ocultamiento de la droga en uno de los vehículos, mientras que el otro se encontraba preparado para iniciar la marcha con destino a Lisboa. Fue entonces cuando detuvieron a cinco personas y se intervinieron 91 planchas de hachís, con un peso total aproximado de nueve kilogramos, 7.000 euros en metálico y tres vehículos.
En esta operación, desarrollada por agentes del GRECO de Cádiz, adscritos a la Udyco Central, se logró desintegrar por completo la red investigada, a la que también se responsabiliza de un robo con fuerza perpetrado sobre un vehículo oficial camuflado que los agentes empleaban para investigar a uno de los implicados. Además, poco después, a raíz de las pesquisas policiales, otros dos miembros de la organización fueron también detenidos.