El precio de la dosis, 18,76 euros, y el hecho de que estos centros estén abiertos todo el día, inclusive fines de semana, que es cuando aumenta la solicitud de este medicamento, como explican en las farmacias, no han podido con el “mal rato” que pasan muchas adolescentes cuando acuden a sus centros de salud o al Hospital de Jerez, donde continúan dispensándolo gratis, después de que los facultativos de guardia conozcan el caso, cumplimenten un breve cuestionario y les realicen una prueba de embarazo, dentro del protocolo que activa el SAS cuando se produce este tipo de situaciones.
Por contra, en las boticas, el trámite es mucho más rápido, dado que la labor de los profesionales se limita a advertir de que esta píldora es un medicamento de urgencia y no un método anticonceptivo más, sus reacciones secundarias, así como la obligación de que su ingesta se produzca antes de que transcurran 72 horas de la relación sexual.
En la mayoría de las farmacias consultadas por este medio coinciden en que el perfil de las demandantes son chicas adolescentes que acuden solas o acompañadas por sus parejas. Mientras que en Aumesquet daban cuenta de la gran actividad que ha dado el cambio de estatus de esta pastilla, en otras de 24 horas como es el caso de La Asunción, se reservaban su “secreto profesional” para no hacer ningún balance al respecto.
En el resto de las farmacias sondeadas que no trabajan todo el día, la media es mucho más discreta, dado que hay muchas incluso que no se han estrenado, mientras que las que lo han hecho han vendido hasta la fecha una o dos, como mucho, algunas incluso con receta médica.
No obstante, una de las que más actividad ha registrado ha sido la de la calle Porvera, donde reconocen que la demanda ha aumentado, ya que han vendido cinco pastillas “a adolescentes o parejitas jóvenes” en menos de una semana, cuando la media al año no era más de tres, puesto que la mayoría “solía ir directamente al centro médico donde se las daban”, señalan.
Otro hecho muy ilustrativo a tener en cuenta es que si en la práctica hasta ahora en farmacias como la de Puerta del Sol -donde aún no han vendido ninguna- les solían caducar las tres existencias mínimas que deben tener por ley, desde que se pueden comprar sin prescripción médica, en la de Porvera se hayan visto obligados a pedir más dosis “porque veíamos que las íbamos a echar en falta”.
La mayor parte de las farmacias también sigue a la espera de los folletos informativos que el Colegio Provincial de Farmacéuticos ya tendría que haberles facilitado con el protocolo que deben seguir y con información para las personas que compren estas dosis.
Hasta el momento, la comunicación con el citado organismo se está realizando de manera interna, aunque en algunos establecimientos no han dudado en fotocopiar una circular y facilitársela a los clientes cuando adquieran una dosis, a los que además le dan una breve información sobre los consejos que tienen que seguir.
