El próximo 3 de febrero se celebra la festividad de San Blas y en la capital jiennense se mantiene viva la tradición de adquirir las rosquillas bendecidas con la reliquia del protector de los males de la garganta.
Por ello, el barrio de La Magdalena se convierte estos días en epicentro de quienes buscan el sabor de la tradición. El patio de la parroquia de Santa María Magdalena se convirtió el pasado 26 de enero en punto de venta de las rosquillas y así será hasta el próximo lunes.
En horario de 10 a 13 horas y de 17 a 20 horas, se pueden adquirir al precio de un euro. Un grupo de colaboradores, hombres y mujeres del grupo de catequesis, Cáritas o la Liturgia, se turnan como voluntarios para atender a jiennenses de todas las edades.
Las ventas van muy animadas. En los últimos años se han vendido entre seis mil y diez mil bolsas de rosquillas. Los donativos por la adquisición de las rosquillas, estampas y velas se destinan a cubrir las necesidades de la parroquia.
Hasta el 3 de febrero se celebra la Novena en honor de San Blas (obispo y mártir), a las 18:30 horas, con el rezo del Santo Rosario; y a las 19 horas, cuando se celebra la Misa, la exposición del Santísimo y el ejercicio de la Novena.
Con motivo de la Solemnidad de San Blas, el lunes, a las 12 horas, se celebra la conmemoración de su martirio. Por la tarde, se mantiene el horario del resto de días, con la peculiaridad que al finalizar la Eucaristía Solemne, se podrá venerar la reliquia del Santo y se bendecirá el pan que los fieles lleven.
