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¡Buena Noticia!

La noticia que, acompañada de estruendoso y jubiloso son de doradas trompetas, traemos hoy, no es que la triste y negativa cifra record de parados en nuestro país...

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(A los exaltadores de la Navidad de mi Hermandad del Calvario)

La noticia que, acompañada de estruendoso y jubiloso son de doradas trompetas, traemos hoy, no es que la triste y negativa cifra record de parados en nuestro país –ya sobrepasa los cuatro millones– vaya a reducirse drásticamente en breve tiempo
; tampoco que los tres cooperantes humanitarios españoles secuestrados por Al Quaeda hace más de quince días ya estén liberados y sanos y salvos junto a sus familiares y amigos; tampoco que el Gobierno –¿del talante?– haya reculado en sus pretensiones egocéntricas encaminadas a licitar -por vía legal, artimañas con las minorías nacionalistas incluidas- la muerte del concebido, aún no nacido (aquel que los juristas conocimos como nasciturus, el cual desde su más incipiente concepción era titular de derechos de la personalidad) o, que deje tranquilos a los creyentes –mayoritarios en nuestra España– católicos con nuestras creencias y el signo de nuestra fe: el Crucifijo (¿se enterarán alguna vez estos fingidos progres que Cristo crucificado es la máxima expresión del Amor del Hijo de Dios para con la Humanidad?); tampoco ha llegado a su fin, felizmente, la huelga de hambre de Haidar, ni ha regresado al Sahara, ni por la presión de la Comunidad Internacional a Marruecos (¿sigue existiendo la ONU, para qué servía, sirve o servirá, además, de para emplear a una ingente cantidad de funcionarios internacionales?) ni por una hábil –ciertamente difícil– maniobra diplomática del Ministro de Asuntos Exteriores y su séquito y; mirando al plano deportivo, tampoco la buena noticia es que el Xerez comience un nuevo año –aunque como Manolo García y Quimi Portet, en sus tiempos mozos, el Último de la Fila– siendo equipo de Primera, o que el Barça tenga todo a su favor para ganar El Mundialito (a pesar de los despropósitos empalagosos, rancios y radicales de Laporta) ni por supuesto que la próxima vuelta ciclista a España comience en la capital de la Giralda.
¡Qué va, ninguna de las anteriores noticias, por buenas que podrían ser es la Noticia –con mayúsculas– la mejor que podríamos conocer!
Y es que, siendo hoy el día de la Esperanza, estamos a menos de una semana en que el Hijo de Dios, vuelva a comenzar la bendita y divina locura de nacer entre nosotros, entre los que somos obras de su Creación.
El Niño que ilumina nuestras vidas con su luz imperecedera, tratará de abrirnos los ojos a la Paz y al Amor al prójimo y, que dejemos de deambular por las tinieblas de la tristeza, la desesperanza o el egoísmo.
¡Qué curioso, Dios nace hecho un niño tierno, pequeño e indefenso; igual que lo encontramos –muerto– a los pies de su Madre de la Piedad, en la urna de plata de Juan Laureano de Pina! ¿Alguien da más?

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