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Arcos

Las reservas de agua de la cuenca Guadalete-Barbate apenas alcanzan el 25%

Los pantanos están en la peor situación de la década y solo se salva el de Arcos que está casi lleno, permitiendo el ocio y el deporte acuático

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  • En la imagen, la presa del pantano de Bornos, el más resentido de la cuenca por la sequía. -

La sequía es ya una realidad indiscutible a tenor de la falta de precipitaciones, las elevadas temperaturas y del calentamiento del planeta. Esta situación pasa inevitable factura a los embalses de la cuenca que, como en el resto del país, comienzan a sufrir la falta o la drástica disminución de reservas.

En el caso de la cuenca Guadalete-Barbate, está ahora mismo al 24,89 por ciento con un total de 411 hectómetros, cantidad que contrasta con los 951 hectómetros (un 57,64 por ciento) que es su media de los últimos diez años.

Es el embalse de Bornos el que se encuentra en peores condiciones con un 13 por ciento de sus reservas, es decir, dispone de tan solo 26 hectómetros cúbicos de agua. Su media de diez años es de 85 hectómetros (un 42,70 por ciento). El embalse más importante de la cuenca por cantidad acumulada, Guadalcacín, también se resiente con el seco verano, pues a día de hoy está al 27,75 por ciento con 222 hectómetros. En este caso su media es del 59,48 por ciento (475 hectómetros cúbicos).


El pequeño pantano de Los Hurones se sitúa en el 46,67 por ciento y almacena 63 hectómetros. Al igual que los anteriores, la media de la década es más elevada, un 61,04 por ciento (82 hectómetros). Frente a esta situación de escasas reservas en los embalses de la cuenca incluidos en el término de Arcos, el de la localidad está prácticamente lleno con 13 hectómetros, lo que representa un 92,86 por ciento. Su media de la última década es, no obstante, casi del 99 por ciento. Al tratarse de una lámina permanente de agua, la situación actual del pantano de Arcos permite no solo gozar de su playa de interiores, sino de multitud de deportes náuticos. De hecho, se prevé que las aguas del embalse acojan campeonatos deportivos de relevancia.  Aunque en la zona no hay restricciones para el consumo humano, varios cultivos comienzan a verse perjudicados.

Se trata de la tónica general en el resto de España, donde el agua almacenada en los pantanos está ya por debajo del 40 por ciento, cuando hace un año conservaban un 46,83. La previsión de lluvias tampoco es halagüeña como posible alivio.

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