La trayectoria del arcense Antonio Hernández ya merece por sí sola todo tipo de reconocimientos. Los numerosos premios recibidos a todos los niveles por su obra literaria, que en cierto modo confluyen en el recién concedido premio de Las Letras Andaluzas, así lo avala. Pero que te rotulen una calle con tu nombre es un acontecimiento con sabor especial en la vida de cualquier persona, sobre todo cuando esa calle ha sido el escenario de tus juegos infantiles. Bueno, la calle ya tenía denominación, la situada junto a la estación de autobuses, pero aún no lucía el nombre de tan querido hijo de Arcos.
Antonio Hernández, con la emoción que embargan momentos como éste, agradeció el detalle del Ayuntamiento de su ciudad y el hecho en sí de que se le haya dedicado una calle, no sin antes ironizar con sus sentimientos hacia la amistad.


El alcalde de Arcos, José Luis Núñez, no tuvo más que palabras de admiración hacia Antonio Hernández por ser un arcense insigne que, residiendo en Madrid, supone un orgullo para sus vecinos.
Hernández es uno de los escritores sin duda más importantes de la historia de Arcos. En su haber figuran, entre otros,  el Premio Adonais, el Miguel Hernández, el Vicente Aleixandre y el Tiflos. En 1980 fue reconocido con el Premio del Centenario del Círculo de Bellas Artes de Madrid, que recibió de manos del rey Juan Carlos I. Ha recibido también el Premio Nacional de la Crítica (1994) y el Premio Andalucía de Novela.


Su importancia le lleva a la web Wikipedia, la enciclopedia más consultada del mundo, donde figuran datos como que “algunos  de los libros de su vasta producción han sido traducidos a otros idiomas (árabe, italiano, francés, catalán, portugués, etc.). Es también un prolífico articulista de la prensa convencional. Su obra es objeto de estudio en diversas instituciones internacionales de prestigio, como la Universidad Athens de Estados Unidos”.


En 1999 el Ayuntamiento de su localidad natal le otorgó el título de Hijo Predilecto, siendo alcalde de la ciudad, Juan Manuel Armario.