“Las setas no hay que comerlas como un potaje de garbanzos”

Publicado: 14/11/2014
Miguel Olivera Amaya nos ha explicado muchas cosas, un aluvión de cosas, sobre dos de sus grandes pasiones: la fotografía y las setas
Cuando habla de fotografía o de setas a Miguel Olivera se le ilumina el rostro. Su apasionamiento le hace gesticular, mover sus manos gigantescas, masculinas, al compás de sus opiniones siempre arrebatadas. A pesar de su altura, de su rostro joven y arcaico al mismo tiempo, Miguel da una sensación de armonía, de tranquilidad, cuando uno habla con él o cuando lo ve por la calle, con su aparatosa máquina fotográfica en ristre.
Nos ha explicado muchas cosas, un aluvión de cosas, sobre dos de sus grandes pasiones: la fotografía y las setas. Es socio fundador de la Asociación Micológica Chiclanera, y socio, ahí es nada, de la Asociación Micológica Errotari, de Durango (Vizcaya), y se relaciona con los mejores micólogos, es decir, Isidro Frutos y Mariano Romera en Cádiz, y a nivel nacional con Luis Rubio, Antonio Palazón, Leandro Sánchez, Juan Carlos Zamora y Miquel Ángel Pérez de Gregorio.

—¿Desde cuándo esa pasión por la fotografía y la micología?
—Bueno. A la fotografía me aficioné gracias a Isidro Frutos Cuadrado, que reúne por un lado su maestría en la fotografía y además es un destacado micólogo. Frutos nació en la extremeña Quintana de la Serena, pero vive en San Fernando y es Militar de la Armada. Hace seis años que lo conocí y me enamoré de la fotografía. En la micología desde la niñez, es cosa de familia, mi madre "La Ramona" era una apasionada de los hongos sus conocimientos de pequeña solamente llegaban a la seta de chopo, la seta de cardo y el champiñón silvestre. Mi verdadero interés por el estudio de la setas empezó hace unos veintidós o veintitrés años, guardo con mucho cariño mis primeros libros de INCAFO Tomo I y II.


—Empecemos por las fotografías. ¿Qué es para usted Fo-Cal?
—Fo-Cal es algo más que una asociación, para mi es una familia, donde compartimos inquietudes artísticas, inquietudes fotográficas. Formo parte de la Junta directiva y estoy muy orgulloso del camino que la asociación lleva, organizamos actividades relacionadas con la fotografía, pero lo más importante es que hablamos de fotografía que en definitiva es como se aprende, hablando y compartiendo. Dentro de ella cada socio tiene una forma de ver lo que le rodea y es eso también lo que nos hace aprender unos de otros. Sin dejar de lado a otros componentes de Focal, Juan Mariscal y Juan Manuel Barba son los fotógrafos que me han enseñado de este mundo de la fotografía. Gracias a ellos he aprendido lo que es una cámara por dentro.


—¿Qué busca usted en la fotografía?
—La fotografía entra en mi vida a través de la Micología, es ahí donde empiezo a disfrutar de ella, a intentar aprender y entenderla. Poco a poco se convierte en una forma de expresión para mi, paso de hacer fotos meramente documentales de setas e insectos a descubrir la fotografía artística, la fotografía que te permite expresar y sacar lo que llevas dentro. El retrato, el paisaje, la fotografía callejera…Hacen que pueda transmitir y a la vez sentir con ella.
Intento que el público cuando vea mi fotografía pueda relacionarla conmigo, que sea un pedacito de mi lo que está viendo.


—La verdad es que sí. Así es, porque en sus últimas fotos, expuestas ahora en la fundación Víctor Marín, aparecen unas libélulas copulando. Esas fotos tienen una altísima resolución. ¿Cómo consigue esos planos tan impactantes?
—Me enseñó Isidro Frutos. Lo primero de todo es conocer el comportamiento, la lucha que tienen marcando su territorio, la competencia por conseguir la misma hembra, la depredación, la gran querencia que tienen por algunos posaderos  sitio de cortejos amorosos que terminan en forma de corazón. La cópula de las libélulas se prolonga a veces dos o tres minutos, en ocasiones durante el vuelo. Por motivos que no hace falta explicar, durante la cópula es más fácil fotografiarlos. Digamos que ambos están "entretenidos" y no prestan mucha atención al resto del mundo.


—Vamos al reino fungi. Porque se llama así, ¿no? 
—Así es. Las setas pertenecen al reino fungi, una nueva subdivisión de la vida terrestre. La seta no es un animal, ni un mineral, ni una planta. Su reino es el Fungi. La seta se reproduce por esporas.


—¿Qué setas son las más codiciadas por los recolectores en nuestra provincia?
—En nuestros alcornocales son muy abundantes la Amanita caesarea (Yema de huevo), el Boletus aereus (Hongo negro), Cantharellus subpruinosus (la famosa chantarela),  Hydnum repandum (lengua de vaca), Craterellus cornucopioides (Trompeta de los muertos) . En la parte de Grazalema y Benamahoma la Morchella cónica (Cagarrias o colmenillas por su gran parecido  un panal de abejas), Lactarius deliciosus (níscalos). En Zahara de la Sierra Pleurotus feruale (seta de cañaeja). En Villaluenga del Rosario el Pleurotus eryngii  (famosa seta de cardo) que fructifica en el cardo correo, ese que utilizamos para aromatizar los caracoles. Todas excelentes comestibles y con un valor gastronómico muy grande.
—¿Las hay mortales?
—Pues voy a meter un poco miedo, hay setas como el Cortinarius orellanus que muestran sus efectos venenosos quince días después de ser ingeridos. Aquí se deja ver mucho la Amanita phalloides, un solo ejemplar puede destrozarte el hígado por completo en siete horas, este año en el vecino pueblo de Olvera falleció una persona adulta por consumir esta especie. También tenemos la muy tóxica Entoloma lividum y la Amanita pantherina tres especies muy abundante en nuestro entorno…que tengan mucho cuidado todos aquellos recolectores Arcenses que se desplazan a la Cuesta de la Escalera.


—¿Hay setas que pueden ser  venenosas en crudo y óptimas después de cocinarla?
—Yo destacaría algunas del Género  Morchella y Amanita rubescens . Comestible excelente previa cocción  y muy tóxica en crudo, por tener hemolisinas (destruyen los glóbulos rojos) que se inactivan con el calor de la cocción por encima de setenta grados centígrados.


—Llegamos al punto culminante de este repaso por las setas: la peligrosidad de algunas especies. ¿Qué debe hacer una persona que no sepa nada de setas si en un restaurante o en cualquier otro sitio se le sirven setas silvestres?
—No comerlas. Para comer setas se debe estar asesorado por una persona con conocimiento exacto de cada tipo de setas y de sus propiedades. No fiarse nunca de su dulzor, porque precisamente dulce es la Amanita phalloides, que como he dicho mata a una persona en pocas horas. Hay que informarse bien porque no merece jugarse la vida. La seta, por otra parte, es escasamente alimenticia. Tiene algunas propiedades, pero fundamentalmente es codiciada por su sabor. 


—¿Echa de menos una asociación micológica en Arcos?
—Sí que la echo. Es una pena porque vivimos en un sitio privilegiado, Cádiz es una de las provincias españolas con más riqueza micológica, estamos situados en un punto  donde a cincuenta o setenta kilómetros podemos disfrutar de muchos tipos de hábitat.


—Imagino que el catálogo de setas no está cerrado. ¿No es así?
—Qué va. Cada año aparecen nuevas especies. Por eso hay que estar siempre en contacto con los mejores micólogos. 


—¿Y cómo se sabe si una seta recién descubierta es comestible o no?
—Siempre habrá un conejillo micófago que se atreva a consumirla. No hay ninguna regla que diga si una seta es comestible o no lo es. Cuidado con su consumo y con esas viejas y falsas reglas. Si las setas están comidas por las babosas son comestibles…; cuidado con la Amanita phalloides que es una manjar para ellas. Si la seta tiene un sabor agradable puede ser consumida, la carne de la Amanita phalloides es dulce o leve y lo digo por experiencia. Si metes una cuchara de plata y esta ennegrece no es comestible, pues cocinándola con la Chantarela "Cantharellus subpruinosus" ennegrece y es un excelente comestible. Si la setas fructifican en maderas son todas todas comestibles, pues cuidadito con la "Galerina marginata" que está asociada con Santa Lucia y el Ocaso…dejaremos caer esto con un poco de humor. Una seta puede ser considerada de excelente comestible y catalogada con cuatro tenedores y producir grandes diarreas u otros síntomas en algunas personas, todo esto se debe a que su cuerpo no la tolera bien. Yo por ejemplo la seta de chopo "Agrocybe cylindracea"  no la puedo consumir. 


—¿Cómo hay que comer las setas?
—Vamos a ver. Las setas no hay que comerlas como un potaje de garbanzos. No puede uno llenarse un plato y volver a repetir. Hay que comer poca cantidad y desde luego de día. Durante la cena no es aconsejable comer setas. Las setas son para degustarlas, para disfrutar de su sabor. Ya he dicho que su valor alimenticio es más bien escaso.


—Miguel Olivera habla con vehemencia, con ardor, con la pasión del que disfruta con lo que hace. Me cuenta que mientras otros van al campo a llenar la cesta, él prefiere distraerse observando las distintas variedades, fotografiándolas, estudiándolas. Me pide que en la entrevista escriba correctamente los nombres científicos de las setas, porque se enfada, y hace bien, cuando las ve mal escritas. Lo de Micólogo dice que es una etiqueta muy grande para él se considera un buen aficionado y con muchas ganas de aprender. Esperemos no cometer aquí demasiados fallos.

© Copyright 2024 Andalucía Información