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“Somos una orden muy grande y muy plural”

Juan Carlos Moya Olivero es desde el pasado 1 de Enero de este mismo año nuevo Ministro de la Provincia de la Inmaculada Concepción. Estos días ha visitado el santuario de Nuestra Señora de Regla que lleva la orden de frailes menores

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  • Fray Juan Carlos Moya. -

“San Francisco de Asís es Único, es original”. De esta forma, definía fray Juan Carlos Moya a San Francisco de Asís en su visita que el pasado martes 14 de abril realizaba a Chipiona. El fraile es desde el pasado 1 de enero el nuevo Ministro de la Provincia de la Inmaculada Concepción. Una visita que realizaba al santuario de Nuestra Señora de Regla que lleva la orden de frailes menores. Allí, mantuvimos un encuentro con un joven franciscano que hasta el momento de su nombramiento era Ministro provincial de la Provincia de San José de Valencia, Aragón y Baleares. Licenciado en Teología Pastoral por el Instituto Juan XXIII de Madrid, ha tenido varios destinos en su extinta Provincia: Casa de formación, Pastoral educativa en el Colegio de Carcaixent, Definidor provincial y Ministro provincial.

¿Qué es una provincia franciscana?
—Una provincia franciscana es un grupo de hermanos, en este caso franciscanos, que se reúnen como una entidad jurídica con su peso propio, y lo que hacen es organizar su vida de manera que puedan llevar a cabo los fines para los que ellos han profesado, es decir, nuestro carisma es vivir el Evangelio al estilo de Francisco de Asís y la organización que nosotros nos damos a nivel jurídico y práctico es éste, el de la provincia.


Corrígeme por si me equivoco, pero fue el primero de enero cuando surgió y se erigió la provincia franciscana de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción a nivel de toda España, me gustaría que hablases del proceso de unificación de todas las provincias, ¿como ha sido y como ha culminado?.
—Bueno pues este proceso ha sido largo, empezó en el año 2005 con un grupo de hermanos, con aquellos provinciales que junto con el Ministro General de entonces, ya empezaron a pensar un poco en esta posibilidad. Todo esto fue cogiendo más ritmo a partir de 2010, cuando varias provincias empezaron a definir de una manera más clara que querían efectivamente realizar este proceso de unión. Un proceso de unión del que se descolgaron dos provincias como la de Aránzazu en Cantabria y la de Santiago en Galicia, pero el resto si que vimos que teníamos que caminar por aquí y entonces a partir del año 2010 se inició un proceso más intenso, donde se crearon comisiones de trabajo con hojas de rutas para marcar objetivos, y también plazos.
A partir de ahí, en el año 2013, se le dio otro impulso este ya definitivo y que sabíamos que nos llevaría hasta este año de unión, en este último año y medio, el trabajo de los ministros provinciales de las antiguas provincias y custodias fue muy intenso, hasta llegar a este Capítulo fundacional donde de manera jurídica, somos una sola provincia y donde la estructura que teníamos vamos simplificándola para hacer otro tipo de estructura, que a nivel geográfico pueda responder a las necesidades que tenemos.


Entiendo que desde primero de Enero el Ministro General de la Orden te designa como Ministro de esa provincia.
—Sí así fue, al mismo Ministro Provincial y todo el gobierno de la nueva provincia. El día 1 de enero, dentro del Capítulo fundacional tuvimos la presencia del Ministro General, hicimos un acto canónico en la Basílica de san Francisco el Grande de Madrid, y allí se leyó el decreto de supresión de las antiguas provincias y el decreto también de erección de la nueva provincia.
A continuación, el Ministro General entregó a la provincia el cuño de la nueva provincia lo que le da el carácter jurídico.


¿Cuál es la función del Ministro?
—Bueno Ministro es el que sirve, es el menor, el que está al servicio de los demás, quizás esa palabra por las connotaciones sociales y políticas que pueda tener a veces resulta un poco más chocante. Pero el sentido etimológico de la palabra va por ahí. Y la función que tiene es la que el mismo nombre indica, que es estar al servicio de los Hermanos, estar al servicio de la provincia, tiene que haber un hermano que coordine un poco, que anime, que sirva y atienda las necesidades de unos y de otros, que recoja también las inquietudes, que esté atento a la vida de la provincia para dinamizarla y ponernos al servicio de la gente, nuestra finalidad no es simplemente vivir nosotros para adentro, sino que viviendo como hermanos y en fraternidad podernos despegar también en la misión que Dios nos ha pedido.


El trabajo no será difícil, ya que, se trataría de extrapolar todo el trabajo a toda España. ¿No?
—No es a nivel de toda España, porque como hemos señalado antes, hay dos provincias que no han entrado pero bueno, complicación o no complicación el tiempo nos lo irá diciendo. Yo creo que cuando hay claridad de proyecto y tirar hacia delante, aunque haya dificultades se superan con facilidad, todo depende en gran medida de cómo nos vayamos encontrado unos y otros, y de cómo vayamos respondiendo también a los pequeños pasos que vamos dando en la actualidad. Sin duda alguna, las dimensiones de la provincia actuales han cambiado mucho, y uno ahora se tiene que multiplicar mucho. No es lo mismo ser Ministro Provincial de una provincia con 70 hermanos y 10 fraternidades a una provincia con 57 fraternidades y más de 350 hermanos. Aquí lo que exige el guión es trabajar en equipo e ir distribuyendo la carga entre unos y otros.


Estás en Chipiona, pero ¿irás visitando las distintas fraternidades?
—Claro, está es la fraternidad número 45 que visito, empecé por el Norte de España, es decir, por Logroño, Zaragoza, Cataluña, ya bajando hacia Valencia, Murcia después el centro, la antigua de Castilla, y ahora en toda la zona de Andalucía.
¿Qué te estás encontrando?
—Pues bueno, me estoy encontrando con muchos hermanos que son una gracia, esto es lo que diría así de inmediato. No me canso de agradecer la acogida que me están dando, también es un privilegio para mí el poder entrevistarme con cada uno de ellos, poder compartir, aunque sea un solo día, porque no puedo estar más de un día con ellos, yo lo disfruto mucho, lo vivo como un privilegio. Junto con ellos, me encuentro con fragilidad, mucha fragilidad de muchos hermanos que ya son mayores, que viven la enfermedad y aunque viendo entregarse, ves que el cuerpo no acompaña y saber que hay que afrontar otros momentos vitales. Todo ello, nos va planteando el cierre de algunas casas, y lanzar proyecto que sean de Esperanza.


A todo ello, hay que unir la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo
—Cómo no, como no, es decir, estos días para los cristianos son muy especiales, los días de la Pascua son preciosos donde al menos en estos días me están resonando dos palabras de Jesús: la Paz y la Alegría, alegraos y la paz, es el saludo de Cristo a sus discípulos. Es lo que me digo mucho en este tiempo, gracias Señor por la Paz que nos has traído, por la alegría que nos da de podernos encontrar contigo y bueno esa Paz de Alegría, es la que espero y deseo que los hermanos de la provincia podamos vivir y transmitir a todos en las circunstancias en las que estamos con nuestros años o con nuestras limitaciones pero la misión siempre está ahí y el testimonio tiene mucha más fuerza que cualquier otra acción que podamos realizar.


Estamos hablando de la provincia franciscana, pero ¿Cómo se encuentra la orden franciscana en el Mundo?
—Los franciscanos en el mundo somos una familia muy grande y como orden franciscana tiene hermanos menores, bueno pues también somos bastantes numerosos. La realidad es desigual, no podemos decir que sea uniforme en todos los sitios. En Europa, como sabrás, hay una crisis fuerte vocacional y que afecta a la Europa más Occidental, y en la Europa más Oriental ya se van notando los efectos de la secularización. Después en África, somos una orden en expansión, así como, aquí vamos uniendo provincias, en África hay provincia que se tienen que separar porque son demasiados frailes, entonces por ahí va creciendo. En Asia, también se vive de una manera fortalecida, en México también hay un crecimiento bastante importante, América del Sur ya es otra realidad, hay entrada de hermanos pero también hay salidas, pero se va manteniendo. La realidad es diversa, la mentalidad también es diversa, somos una orden muy grande, en cuanto a numerosa, somos muy plural.


Siempre pienso que el Espíritu de san Francisco de Asís sigue latiendo, porque una persona que se acerca a su vida se engancha.
—El Espíritu de san Francisco de Asís sigue vivo porque es el Espíritu de Cristo, no es otro, quien sedujo a Francisco fue Cristo y fue el Espíritu de Cristo, entonces necesariamente tiene que tirar hacia delante. Si que es cierto, que san Francisco de Asís es original, es único, un hombre que marcó una época de una manera importantísima, que sigue teniendo una actualidad impresionante y ni siquiera los franciscanos somos capaces de desplegar y ahí andamos y ahí estamos. A mí lo que más me hace vibrar es este Espíritu sin duda alguna.


Como hemos dicho al principio, nos encontramos en Chipiona, supongo que habrás visitado a Nuestra Señora de Regla.
—Bueno, esta mañana y un poco de refilón, no con la tranquilidad que yo hubiera querido, pero resulta que mi misión es visitar a los hermanos, y aquí hay 12 hermanos y visitarlos en un día, entiéndeme. Hemos celebrado la Eucaristía, hemos cantando el himno a la Virgen, hemos compartido un rato con las personas que han asistido a la celebración, también con la orden franciscana seglar de Chipiona y ha sido un momento muy hermoso. Pero ya digo, el tiempo se me ha ido en los Hermanos que es mi objetivo ahora mismo importante, pero más adelante volveré y profundizaremos más en la devoción a la Virgen por parte de la gente  y también el mismo Santuario me parece  de una fuerza y una belleza peculiar.


¿Por qué elegisteis el nombre de la Inmaculada Concepción para la nueva provincia?
—La Inmaculada Concepción es la patrona de nuestra orden, y desde ahí poco más  se puede decir. En España, la devoción a María es muy importante. Había un grupo de hermanos muy grande que querían que el nombre fuese por ahí. De hecho, en una reunión donde había una representación muy numerosa de hermanos, y por mayoría más que absoluta se adoptó el nombre de Provincia Franciscana de la Inmaculada Concepción.


Fray Juan Carlos Moya, muchas gracias por atendernos, ¿Cómo despedirías esta entrevista?
—Pues la despediría de una manera muy simple y sencilla, dándote las gracias, y en segundo lugar sería diciendo que nos amemos unos a otros porque esto es lo que Cristo nos dio, y a través de este amor es como nosotros hacemos creíble que Cristo está vivo entre nosotros. Un amor, que san Francisco de Asís lo traduce en una bendición muy sencilla: Dios nos bendice en Cristo con su Amor, y esta bendición Francisco de Asís, la expandía al hermano León y a todos sus hermanos, con esta fórmula que no es original de él, y que la toma del libro de los Números diciendo; el Señor te bendiga y te guarde, me atrevo a enviar esta bendición a los lectores: “el Señor os bendiga y os guarde, os muestre su rostro y tenga Misericordia de vosotros, vuelva su mirada a vosotros y os conceda su Paz”.

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