El despacho de abogados Jurisleg ha conseguido que se empiecen a cancelar las financiaciones de algunos afectados por el cierre de Dental Family y que se devuelve parte del dinero. Así lo han comunicado los responsables del despacho de abogados tras iniciar las reclamaciones a las financieras relacionadas con esta clínica dental.


El despacho arcense lleva a más de 150 afectados en la zona y se cuantifica en más de 200 los clientes que se han quedado sin los servicios contratados. Los afectados por el cierre de esta empresa no solo se localizan en Arcos, también hay algunos en Rota o Chipiona, por lo que el número podría verse aumentado hasta los 300 clientes.


Desde Jurisleg anuncian que se está llevando a cabo una reclamación personalizada, ya que cada caso tiene unas cuantías y unas características de financiación propias. En el caso de los clientes que contrataran los servicios con una financiera es mucho más sencillo recuperar el dinero o cancelar la financiación debido a la legislación vigente que protege al consumidor en estos casos. Sin embargo, las personas que pagaron en metálico el tratamiento directamente a Dental Family lo tienen más complicado ya que la empresa no da señales de vida y no contesta a las reclamaciones del despacho de abogados.


Hay algunos clientes que aún no habían presentado reclamación porque se les comunicó en un inicio que la clínica volvería a abrir, sin embargo, hasta la fecha no hay más noticias de los responsables de la clínica y se duda que ésta vuelva a funcionar. Es por esto, por lo que cada vez son más los afectados que están acudiendo a abogados para reclamar el importe de un tratamiento que no le han practicado.


Desde Jurisleg informan que hay algunas financieras que están poniendo más pegas que otras pero que, en estos casos, es posible recuperar el dinero.


Sin embargo, advierten que en el caso del pago en metálico es mucho más complicado y que podría suponer una sentencia a favor del cliente pero nada más, porque la empresa podría no devolver el dinero y sería un gasto por parte del cliente sin ningún resultado positivo más que la sentencia a su favor.