Al listado de elementos que suelen ser blanco de los gamberros locales se suman las zonas de ocio y jardines del municipio, especialmente las ubicadas en las afueras y en las zonas de expansión de Antequera. Un buen ejemplo de estas incidencias es el Parque Atalaya Gandía. “Y es que por su amplitud, así como por su ubicación, es muy difícil controlar el acceso de todas las personas que pasean o acceden a esta zona de la ciudad”, explicó la responsable de Seguridad en el Ayuntamiento de Antequera, Carmen Rosa Torres.
De los actos vandálicos más destacados resaltan las pintadas y graffitis en los muros y el mobiliario urbano de este parque, que también suele sufrir desperfectos en las zonas ajardinadas. Junto a ello, las papeleras también reciben su parte de castigo por estos delincuentes urbanos.
CONTENEDORES
Con respecto a los contenedores quemados los fines de semana, Rosa Torres lamentó que esta actuación parece haberse puesto de moda en las últimas semanas. Y es que hasta la fecha, desde el Ayuntamiento de Antequera han repuesto a lo largo de este año más de 28 depósitos, tanto de residuos orgánicos como de papel.
En base a todos estos datos, y para evitar que los gamberros sigan haciendo de las suyas, el Consistorio antequerano, a través de su área de Seguridad, ha puesto en marcha un dispositivo especial de vigilancia que lleva aparejado un incremento de la presencia de agentes en la zonas calificadas como conflictivas. “Hemos elaborado un listado con los lugares preferidos por estas personas, así como un listado de los actos vandálicos más comunes en el municipio.
El objetivo del Ayuntamiento no es otro que mejorar la seguridad y concienciar al conjunto de la población con los datos sobre la mesa. “La idea es que las personas recapaciten tras conocer lo que invierten todos los vecinos en reponer este tipo de desperfectos”, dijo la concejala.
