El alcalde de Barbate, Miguel Molina, ha asistido al inicio de las actuaciones arqueológicas realizadas con motivo de la búsqueda del Castillo de Santiago en el municipio. Una fortificación que hunde sus raíces en la edad media y que fue desapareciendo a los largo de de siglos posteriores. Aunque tras el sondeo realizado por la Universidad de Cádiz hace un año, se hallaron evidencias de otros restos que pudieran ser de época romana o, incluso, fenicia.

 

A la rueda de prensa han asistido el ya citado regidor, la delegada de Cultura, María Engracia Moreno, el técnico e historiador Antonio Aragón y la arqueóloga encargada del proyecto, la barbateña Carmen Román, de la empresa Arqueoantropo. Molina se ha referido a esta actuación como “un aliciente para la localidad”, ya que no solo se puede descubrir lo que verdaderamente hay bajo suelo, sino que “se trata de una oportunidad para conocer y poner en valor la historia barbateña”.

 

La responsable de la excavación, Carmen Román, ha querido poner énfasis en el “respeto por los trabajos” que se van a realizar por parte de la ciudadanía. “Si se da algún acto incívico sobre estos bienes culturales, se estará haciendo sobre nuestro pasado y nuestra propia historia”, como ha querido matizar la arqueóloga que también precisó su cariño personal por el proyecto, ya que ella es “hija de Barbate”.  

Por su parte, la delegada de Cultura ha hecho hincapié en la importancia de encontrar las propias raíces del pueblo, “porque no podemos quedarnos en la fecha de 1938 como punto de partida, sino que se hunde mucho más atrás, aunque ahora mismo no tengamos las huellas visibles”. En este mismo sentido se ha manifestado el técnico de Cultura, el historiador Antonio Aragón, que habló del Castillo como “una referencia histórica de primer orden”. “Barbate tiene huellas históricas de todas las épocas, pero los restos han ido desapareciendo y no se ido realizando los estudios oportunos”, ha concluido Aragón.

CUATRO FASES DE ACTUACIÓN

El año pasado se realizó, con la colaboración de la Universidad de Cádiz, unos estudios con georadar sobre el terreno, dando como resultado el hallazgo de cuatro focos arqueológicos, donde se va a trabajar en las próximas tres semanas. Todos los trabajos se llevarán a cabo en la parcela perimetrada junto al Faro de Barbate, que actualmente es un solar que sirve de aparcamientos en época estival.

Así, se realizará unas actuaciones en la zona más cercana a la plaza del Faro y la avenida Atlántico, donde se espera datar unas piletas que, según los indicios, pudieran pertenecer a una factoría de salazones romanas o púnicas.

En la zona central se harán dos trabajos, una del centro hacia el Faro, donde parece hallarse partes del interior del castillo propiamente dichas; y la otra, del centro hacia el monolito de la almadraba, donde parece encontrarse parte de la muralla de la fortificación. La última de las actuaciones está prevista entre el centro y la zona próxima a la carretera de acceso al Paseo Marítimo, con restos todavía por esclarecer.

Según la arqueóloga, el poco uso que se le ha dado al terreno hace posible que los movimientos de tierra sean muy insignificantes, lo que facilita la labor en el hallazgo de los restos.