Las excavaciones que se han realizado en la búsqueda de la fortaleza medieval sepultada junto a la plaza del Faro han dado sus frutos. La primera fase de los trabajos ha concluido este mismo viernes, con el hallazgo ‘in extremis’ -ya que se ha encontrado el penúltimo día de excavación- de un muro correspondiente al baluarte situado en la Edad Media. La aparición de una parte del castillo se completa con otro conjunto que, según los expertos, pudiera tratarse de una torre de la propia fortaleza.
Tras tres semanas de trabajo, la arqueóloga Carmen Román ha podido constatar varias cuestiones, que ya apuntaban desde la Universidad de Cádiz, cuando realizaron los sondeos con un georradar. En un principio, según el citado estudio, aparecía en una zona más próxima a la plaza del Faro, dos sombras que pudieran tratarse de piletas de de época romana. Sin embargo, con los trabajos realizados se ha comprobado que no se trataba de estas piezas de grandes dimensiones.
Aunque, como consecuencia de la excavación, se ha hallado una cista de cremación (lugar donde se depositaban los restos de algún enterramiento), además de una piedra con restos de ceniza, que dan fe de algún tipo de rito funerario que se data de época íbera. Esto constata la presencia de alguna pequeña aldea o grupo de convivientes, antes de la llegada de los fenicios.
“Concluimos esta primera fase con una sensación muy agradable, ya que se han encontrado muestras de diferentes épocas, desde la prehistoria, mundo íbero y medieval”, ha concluido la responsable de la empresa Arqueoantropo, encargada de la dirección del proyecto.
CISTA FUNERARIA
De igual forma, en el lugar se ha podido extraer otras conclusiones de interés, como es el caso de restos prehistóricos y de unas huellas en el terreno que se identifica con el paso de un río. Escritos antiguos ya apuntaban que por el Castillo de Santiago transitaba un río, explicándose a ojos de la actualidad, como una ramificación del actual río Barbate que pudiera tener su paso por la zona.
Los restos hallados, que demuestran esta teoría, son pequeños cantos rodados, así como las diferente coloración que presentan los perfiles del terreno.
Presenciando el cierre de la primera fase de las excavaciones, el alcalde de Barbate, Miguel Molina, ha estado presente junto a María Engracia Moreno, delegada de Cultura. Para el regidor el hallazgo de parte del castillo es “muy importante”, pero encontrar “indicios de presencia en Barbate de tantos años atrás es para estar orgullosos del esfuerzo realizado”. “Ahora toca seguir en meses venideros; para ello vamos a sentarnos con las administraciones provincial y regional para que los trabajos se puedan poner en valor”, ha anunciado Molina.
La delegada de Cultura también ha querido mostrar su satisfacción porque “el hallazgo de los restos funerarios le ha dado ya de por sí un valor extraordinario”. Moreno ha reconocido que se abre una interesante puerta para la investigación histórica y en un futuro “está prevista la presencia del alumnado de distintas universidades para poder formarse in situ en la materia”.
Tanto la arqueóloga, el alcalde y la delegada han querido mostrar el agradecimiento a todas las personas que han estado presente en los trabajos, como los operarios y el técnico de Cultura, Antonio Aragón, así como a todas aquellas personas que se han interesado sobre el tema.
Para el año próximo, está previsto continuar con las siguientes fases del proyecto, mientras, los restos quedarán tapados nuevamente para que no sufran ningún tipo de deterioro.