La sentencia condena a la denunciada por un delito de atentado y una falta de lesiones y le impone también el pago de una indemnización de 300 euros por los días que la auxiliar tardó en curar, otros 590 euros por el valor de las gafas que se le rompieron y mil euros por daño moral.
El director de Recursos Humanos del Servicio Murciano de Salud, Pablo Alarcón, ha destacado ayer “la importancia de esta sentencia, al reconocerse en ella como atentado contra un funcionario público la agresión a una auxiliar de Enfermería”.