Los infantiles demuestran que la calidad no está reñida con la humildad en una gran final que se extendió durante siete horas en el Gran Teatro Falla.
La chirigota de San Fernando
Los indigestos fue la encargada de abrir la Final Infantil. De nuevo estos cocineros llevaron su repertorio al tipo, con cupletinas culinarias incluidas y su cuarteta de la croqueta que conquistó a todos. “Yo nací croquetero”. ¡No hay más preguntas, señoría!
La comparsa
Las hijas de Neptuno llegó para poner el punto ecologista a la jornada, con su alegato sobre nuestra responsabilidad con el planeta como bandera, también quisieron hacerse eco de temáticas de actualidad en sus pasodobles, poniendo voz a la guerra contra Palestina.
Tras la comparsa, le tocó el turno al primer cuarteto de la
Final Papá, mamá tenemos un problema que demostró que se toman muy en serio su pase en el Teatro Falla y que lo más importante para ellos es disfrutar sobre las tablas pero también que su repertorio quede y soltar carguitas entre bromas y chistes.
Desde Chiclana la chirigota
Los Trisnina tuvo un detalle con su pregonera del Carnaval, cantándole un pasodoble para agradecerle que sea referente en la chirigota para ellas y ellos. Un grupo que deja encandilado por la soltura y la gracia de sus pequeños chirigoteros.
La comparsa barbateña
Calle Febrero se encontró un Falla medio vacío para comenzar su actuación, pero no les faltó el calor de los presentes durante su pase. La letra del primer pasodoble recuerda que las niñas y los niños deben ser eso, tienen que estar en la calle y experimentar. Sentir la libertad y no verse solos en un cuarto viendo videos es más peligroso que estar en las calles. La segunda letra fue una carta a su mejor amiga y un canto contra el acoso escolar, para que nunca dos amigos se tengan que separar por culpa de esos casos. Unas letras cantadas con mucha fuerza por el grupo. Tanda de cuplés en dos partes jugando con los horarios de los ensayos en los que se quedaban dormidos los más pequeños y el horario de la sesión infantil en el que son los mayores quienes se duermen ahora.
La chirigota
Tochiko Mikaynos dio un paseo por Cádiz durante su repertorio. Estos turistas japoneses se dejaron atrapar por el guía de Cadi Cadi una vez más y nodejaron pasar la oportunidad que les da cantar en la Final para hablar de uno de los temas que más preocupa a los pequeños, el acoso escolar, hablando de un compañero al que ven cambiado y que está triste y solo, que ellos no van a callar y además tendrá 12 amigos con los que contar. El segundo pasodoble una dedicatoria a Eduardo Bablé y Miguel Ángel Fuertes agradeciéndoles los años de dedicación siendo las voces de nuestro Carnaval, quien los guía y les calma los nervios. La tanda de cuplés a lo delantadas que están las tecnologías en Japón frente a España ya que tienen un robot inteligente que no solo les hace la tarea sino que cuando come habichuelas se tira pedos. El segundo cuplé al exceso de actividades extraescolares, tanto que para ir a estudiar a la biblioteca se llevaron la flauta y la raqueta.
La comparsa
¡Vaya Cacao de comparsa! Endulzó la sobremesa de la Final. Este grupo chiclanero dedicó el primero de sus pasodobles a las mascotas y lo que se siente por los animales con los que comparten su vida en casa. En la letra del segundo pasodoble hablaron de lo difícil que es para ellas y ellos entender los cambios que están sufriendo al llegar a la pubertad y lo que les preocupa que las cosas cambien tan rápido y que se enfaden con ellos por no hacer las cosas que siempre hacían.
El cuarteto de La Algaba
Blam Blam Blam… somos los hijos secretos de Diego Tristán ha conseguido llegar a la Final en su primer año participando en Cádiz y aunque el público no les puso fácil no perder el hilo de su repertorio siguieron adelante con su parodia futbolística y unos cuplés también al tipo.
La chirigota
A las cuatro nos vemos en la do hizo su aparición en escena pasadas las cinco de la tarde, estos animales de la sabana cantaron un piropo a Cádiz en su primer pasodoble y en el segundo hicieron una reflexión sobre la importancia de la amistad y de lo importante que es cuidar a los amigos de la infancia.
La comparsa
Si yo te contara… comenzó su repertorio entre el griterío del público pero consiguieron mantener la calma para seguir cantando. Primer pasodoble a su amigo Manuel en un canto a la historia de su cuento real, ya que en los libros no hay personajes como su amigo Manuel, que hacen el mundo más diverso y bonito, siendo diferentes pero iguales. Un cuento cargado de realidad. El segundo pasodoble es un cuento a la realidad de los niños de Palestina, en una letra cargada de mensaje y que cantan emocionados y demostrando que no les es indiferente el tema que cantan, ya que la letra está enfocada en sus iguales y son capaces de ponerse en su lugar.
El último grupo en pasar por las tablas del Gran Teatro Falla en la Final Infantil ha sido el cuarteto
Vaya elementos, que aprovechó esta coincidencia para agradecer a Eduardo y Miguel Ángel de nuevo sus años de dedicación y poder decir que con ellos se despiden de la cantera. Un repertorio en el que el viento lleva la batuta de sus compañeros, aunque no les falta gracia a ninguno y se nota como han trabajado estos meses y están muy metidos en sus personajes. Un cuarteto que sigue en ascenso desde su debut del pasado año, pero a los que quizá les haya pesado ser los últimos en esta final.
Tras finalizar el último de los repertorios el público se mantuvo en el Coliseo para escuchar junto a las agrupaciones el veredicto del jurado.