Expertos en drogodependencias esperan que en un plazo de entre 5 o 10 años el rechazo social contra el tabaco se traslade al alcohol.
Expertos en drogodependencias esperan que en un plazo de entre 5 o 10 años el rechazo social que se ha generado contra el tabaco se traslade al alcohol, un cambio que ya han comenzado a dwetectar, aunque de forma muy discreta, mientras que ante el consumo de otras drogas sigue habiendo mucha permisividad.
Esta percepción se debe, entre otros asuntos, a que en la sociedad se comienzan a percibir los riesgos y peligros que comporta el consumo de alcohol para terceras personas, como puede ocurrir en el ámbito laboral, las relaciones familiares o el tráfico. El rechazo social al consumo de alcohol ha sido uno de los asuntos destacados en la presentación del proyecto europeo sobre adicciones Alice Rap (Addictions and Lifestyles in Contemporany Europe Reframing Addicions Project).
En el proyecto, liderado por el hospital Clínic y con un presupuesto de 10 millones de euros, participan 100 científicos de 25 países, que esta semana se reúnen en Barcelona y pretende definir el concepto de adicción. El jefe de la unidad de adicciones del hospital Clínic de Barcelona y coordinador del Alice Rap, Antoni Gual, destacó que actualmente la tolerancia al alcohol es muy alta porque en España hay un lobby económico que hace importantes campañas de mercadotecnia para crear opinión, promover su uso y fidelizarlo como modo de vida,
cuando la realidad es que el 10% de las enfermedades de los europeos están asociadas a su consumo.