No es la primera vez que el alcalde, Bruno García, manifiesta públicamente su rechazo al botellón durante el Carnaval, pero a solo unos días del inicio de la fiesta en la calle, este jueves, 27 de febrero, el primer edil ha sido todo lo explícito sobre esta práctica. “Si es para el botellón, mejor que no vengan a Cádiz”, avisó a todos aquellos que se quieran desplazar a la localidad en los próximos días con el objetivo de consumir alcohol durante su intervención al término de la Junta Local de Seguridad, mantenida con la delegada del Gobierno en la provincia, Blanca Flores, para ultimar detalles del dispositivo.

“Ese no es el Carnaval que nosotros queremos. Queremos un Carnaval de coplas y de disfrutar de nuestra tradición. Sinceramente, no vengan”, agregó, para volver a insistir en que “hay miles de sitios de España, miles de momentos para disfrutar de un botellón”, por lo que, agregó, “animamos a que vengan a quienes quieran disfrutar de nuestras coplas, de nuestra manera de vivir el Carnaval de Cádiz”.

Al hilo de las medidas adoptadas para disuadir del consumo de alcohol en la calle, Bruno García fue cuestionado sobre el blindaje de la Catedral. “No queremos ver la Catedral como se ha visto en otras ocasiones. Las escalinatas generaban un espacio muy atractivo para sentarse. Y le hemos dado esta fórmula, que es la de proteger el monumento, proteger el espacio público”, ha explicado, al tiempo que la Delegación de Fiestas ha decidido, además, instalar un escenario y programar actuaciones de agrupaciones en la Plaza de la Catedral, “generando una alternativa en otro espacio, a otro tipo de Carnaval, que a mí no me gusta, pero que existe”, en referencia a la carpa junto a la estación central de Renfe.

Por último, el alcalde advirtió de que habrá controles de alcoholemia en las vías de acceso y salida de la ciudad para disuadir del consumo irresponsable de alcohol o de otras sustancias que puedan poner en peligro la seguridad.