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Cádiz

A 'El Millonario' le pasa factura la crisis económica

Rafael Gómez Gallardo aguanta el temporal con alegría y confía en poder llegar a la jubilación para lo que le quedan diez años.

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  • El Millonario. -


Desde la puerta se respira gaditanismo por los cuatro costados. Quien pasee por la calle Barrié tiene que detener su mirada en ‘El Millonario’ por su forma tan singular de presentar su escaparate.

Ramón Gómez Gallardo regente esta negocio desde hace 32 años. Como él mismo dice, “lleva allí más año que la puerta” y lo que le queda “como mínimo diez años, que es lo que me falta para jubilarme”. 

Aunque de momento la tienda da para mantenerse, su dueño no esconde su preocupación por el futuro, “por lo mal que están las cosas, para todos los comerciantes”. “Por ahora no puedo hablar alto, no tengo problemas de ninguna clase, pero estoy viendo venir la cosa negra y me asusta la cantidad de comercios que cierran”.

Sus productos estrella siguen siendo el pito de Carnaval, los gorros, los sombreros y las pelucas. El gaditano sigue siendo su cliente principal, aunque también entran muchos turistas, impresionados por su forma de disponer la tienda. “Aunque parezca que hay desorden, sé donde está todo porque llevo años colocándolo en el mismo sitio”, explica.

Es difícil mantener una tienda como ésta el resto del año. “A dos y tres euros que suelen valer los artículos, fíjate tú lo que tengo que vender para sacar un sueldo y hacer frente a todos los pagos. Muchos meses nos las vemos y deseamos y eso que yo no puedo hablar muy fuerte y soy optimista, pero estoy indeciso.

Las tiendas multiprecio y la profesionalización del carnaval son los dos factores que más acucian tiendas tradicionales de complementos como ‘El Millonario’. Este establecimiento tiene cuerda para rato, porque como dice su propietario, hay que luchar con uñas y dientes para aguantar por lo menos una década más y poder retirarse para cobrar la jubilación. Ramón Gómez no pierde la alegría que lo caracteriza y es que para estar al frente de un negocio como éste lo que nunca hay que perder es el sentido del humor. 

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