Más de 250 personalidades del mundo de la cultura, la ciencia, la educación, la política y la ecología, el sindicalismo y la política, entre otras disciplinas, han suscrito un manifiesto en favor del cierre de la central nuclear de Santa María de Garoña, cuyo permiso de explotación acaba el próximo 5 de julio.
El manifiesto, promovido de Ecologistas en Acción y Greenpeace, está firmado por directores de cine como Víctor Erice o Fernando Colomo, escritores como Bernando Atxaga, Rosa Regás o Manuel Rivas, músicos como Bebe o Kiko Veneno, y políticos como Hugo Morán (PSOE) o Gaspar Llamazares (IU).
Además, el texto cuenta con el respaldo de un centenar de científicos, catedráticos, rectores universitarios, investigadores, expertos en el sector energético, e incluso empresarios.
El manifiesto pide al Gobierno que cumpla sus compromisos electorales y ordene el cierre inmediato de Garoña, una instalación “insegura”, “sobradamente amortizada” y “totalmente prescindible”.
En la presentación del manifiesto, el director de Greenpeace España, Joantxo López de Uralde, ha explicado que “no hay razones económicas que impidan el cierre de Garoña, salvo los intereses de las empresas propietarias, Iberdrola y Endesa, que quieren seguir lucrándose con esta vieja central, aún a costa de poner en riesgo a la población y al medio ambiente”.
Uralde denunció que estas empresas están presionando al Gobierno “con mentiras que nos están dejando atónitos” como que España tiene que importar energía nuclear francesa, “cuando ocurre todo lo contrario”, que el cierre de Garoña encarecerá un diez por ciento la factura de la luz, o que miles de personas del Valle de Tobalina (donde está emplazada la central) se quedarán sin trabajo.
Uralde subrayó que el cierre de la planta no perjudicará al empleo porque el desmantelamiento de una central es un proceso largo que genera miles de puestos de trabajo, “sólo hay que ver el ejemplo de Vandellós I”.
Además, recordó que el sector de las energías renovables tiene una capacidad de creación de empleo muy superior al nuclear, además de ser una energía limpia, más barata y más segura.
Por su parte, el presidente de Científicos por el Medio Ambiente (CIMA), Jorge Riechmann, explicó que el sector nuclear exige grandes inversiones que podrían dedicarse al fomento de energías renovables que, al contrario que la nuclear, “no generan toneladas de residuos extremadamente peligrosos, como el plutonio o el uranio enriquecido, que duran decenas de miles de años”.
El coordinador de Ecologistas en Acción, Luis González Reyes, recordó que Garoña tiene graves problemas de seguridad y corrosión, como demuestran las nueve paradas no programadas que registró la central en el último año.
“El Gobierno tiene que decidir si quiere seguir jugando a la ruleta rusa y esperar a que haya un accidente, o si, por el contrario, prefiere cambiar el modelo energético de España y escuchar a la mayoría ciudadana”, que reclama el cierre de las centrales nucleares, ha advertido González.
Los ciudadanos que quieran adherirse al manifiesto podrán registrar su firma en www.yosoyantinuclear.com.