A media mañana de este miércoles llegaban al Puerto de Barbate los primeros 61 atunes de la temporada procedentes de la almadraba Punta Atalaya de Conil.
Las almadrabas establecen a unos tres kilómetros de la costa una línea de redes con unos 34 metros de fondo, en las que quedan atrapados los atunes rojos que, en esta temporada, migran desde el Atlántico al Mediterráneo para desovar.
Para su captura, las embarcaciones rodean las redes hasta hacer llegar los atunes al denominado colador, única parte que tiene fondo.
Los pescadores echan entonces una red, que luego van levantando hacia la superficie para seleccionar los ejemplares que por su tamaño y su peso están listos para ser capturados convertirse en uno de los manjares más apreciados, especialmente por los japoneses, sus principales importadores.