Agentes del grupo segundo de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de Algeciras procedieron a la detención de varias personas por delitos contra la salud pública, más concretamente por tráfico de drogas.
La UDYCO, creada en 1997 por el Consejo de Ministros, daba cumplimiento al “Plan global del Gobierno sobre medidas para luchar contra las drogas”. Con ello se pretendía reorganizar los servicios dedicados a la lucha contra la delincuencia general y contra el tráfico de drogas en particular, dentro de la Dirección General de la Policía.
Se trataba de dar una respuesta integral a las actividades criminales mayoritariamente interconectadas, tanto a nivel nacional como transnacional.
Entres sus principales funciones se encuentra la prevención y represión del tráfico de drogas y redes de crimen organizado.
El grupo segundo de investigación tiene como funciones encomendadas la represión de los grupos dedicados al “pequeño tráfico”, no por ello menos importantes ya que con estos grupos delincuenciales culmina la organización piramidal de las grandes redes.
Durante la semana pasada este grupo practicó 12 operaciones policiales distintas con el fin de extinguir, al máximo, el tráfico de drogas en Algeciras y por extensión en el resto de la península ya que, la situación geográfica de la ciudad, la convierte en el paso obligado del tráfico de drogas hacía Europa procedente del continente africano.
Como consecuencia de ello se produjo la detención de 11 personas procedentes de lugares muy distintos y situados a lo largo de la geografía española e incluso europea con edades muy heterogéneas, eso sí, muchas de ellas con antecedentes policiales en el ámbito de esta tipología delictiva.
Igualmente se consiguió la incautación de 8 kilos de hachís y la intervención de 3.000 euros en metálico, varios teléfonos móviles, así como diverso material para preparar la droga para su distribución como papel de celofán, báscula de pesaje, etc.
Además de la desarticulación de un punto de venta de droga se produjo la detención de varios “culeros”, término utilizado en la jerga policial para denominar a las personas que se dedican a pasar “bellotas de hachís” en el interior de su cuerpo.
El “culero” ingiere la droga para inhibir los controles policiales, y una vez superados, evacuan las bellotas. Las mismas son previamente preparadas para que su ingesta produzca el menor daño a la salud posible. No obstante se advierte que dicha práctica es extremadamente peligrosa para la salud.
Todos y cada uno de los detenidos pasaron a disposición de la autoridad judicial competente de los juzgados de la localidad.