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Campo de Gibraltar

La crisis de la estiba hace daño a Algeciras y beneficia a Barcelona

El puerto algecireño pierde un 10% de tráfico de carga en febrero, mientras el catalán aumenta un 50% al desviarse allí los tráficos. Valencia, también afectada

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  • Puerto de Algeciras -

El puerto de Bahía de Algeciras (Cádiz) registró un descenso del 10,84 por ciento en el tráfico total de carga durante el pasado mes de febrero, hasta los 7,13 millones de toneladas, y del 17,1 por ciento en el caso del número de contenedores (292.919 Teus).

Sin embargo, el tráfico de mercancías por los puertos españoles creció en general un 3,86 por ciento el pasado mes de febrero, a pesar de que a comienzos de ese mes estalló el conflicto de la estiba al plantear el Gobierno la reforma del sector para liberalizarlo y cumplir con la normativa europea.

Los puertos gestionaron 40,37 millones de toneladas de carga en el segundo mes del año, 1,5 millones de toneladas más que en febrero de un año antes, según los últimos datos de Puertos del Estado.

La estadística revela no obstante una caída del cinco por ciento en el número de contenedores que pasaron por los puertos. Los contenedores canalizan alrededor del 30 por ciento de la mercancía total y son los que más logística y operativa requieren en su carga y descarga de los barcos.
Los datos también reflejan un descenso de actividad de hasta un diez por ciento en los dos mayores puertos, el de Bahía de Algeciras y el de Valencia. No obstante, gran parte de la carga que dejaron de recibir se trasladó a la tercera instalación portuaria del país, la de Barcelona, que disparó su actividad un 50 por ciento al recibir buques desviados desde los puertos con más conflictividad.
Este contraste de cifras refleja el hecho de que el conflicto de los estibadores ha afectado a los puertos más grandes y al tipo de mercancías que mayor logística necesitan para su carga y descarga de los buques, según explicaron a Europa Press en fuentes del sector.

Así, en febrero y por lo que al tipo de mercancía de refiere, el tráfico de graneles líquidos, el que menos labor de estiba necesita, creció un 15 por ciento respecto al mismo mes de 2016, y de el graneles sólidos se mantuvo.

Por contra, la carga transportada en contenedores se redujo un 3,08 por ciento, hasta 12,49 millones de toneladas. El número de contenedores que pasaron por los puertos cayó un cinco por ciento, hasta 1,10 millones de unidades Teus.

En el segundo mes del año también se contrajo, un 1,48 por ciento, el volumen de mercancía en tránsito, esto es, la que hace escala en puertos españoles en su ruta al destino final.


EL PUERTO DE BARCELONA SE DISPARA UN 50%
Por puertos, destacan las caídas de los dos mayores y más relevantes en tráfico de mercancías. El de Bahía de Algeciras registró en febrero un descenso un descenso del 10,84 por ciento en el tráfico total de carga, hasta los 7,13 millones de toneladas, y del 17,1 por ciento en el caso del número de contenedores (292.919 Teus).

El puerto de Valencia redujo un 9,78 por ciento el volumen de mercancía en febrero, hasta 5,14 millones de toneladas, y desplomó un 24 por ciento el número de contenedores (303.453 Teus).
Por contra, como consecuencia del desvío de parte de los buques con destino en estos puertos, el tercero mayor del país, el de Barcelona, disparó un 49,5 por ciento el tráfico total de mercancía en febrero, hasta 5,09 millones de toneladas. El número de contenedores gestionados se disparó un 50,3%, hasta 245.507.

EL CONFLICTO CONTINÚA
A pesar de ello, la red de puertos saldó los dos primeros meses del año con un aumento del 4,88 por ciento en el total de mercancía gestionada y mantiene la tendencia de crecimiento con que cerró 2016, ejercicio récord con el que encadenaron tres años de crecimiento.

No obstante, será preciso esperar a las próximas estadísticas de tráfico mensual de los puertos para medir el efecto total del conflicto, dado que aún continúa abierto desde que el pasado 3 de febrero el Ministro de Fomento anunciara su intención de reformar el actual monopolio del sector de la estiba.

Los sindicatos del sector convocaron paros en varios días de febrero y marzo que finalmente se desconvocaron. No obstante, las empresas y el Gobierno denunciaron que se estaban registrando huelgas encubiertas y que sólo el anuncio de huelga estaba provocando desvíos de tráfico.

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