El entrenador argentino Luis Blanco, infectado y recuperado de coronavirus, reconoció este martes haber estado “al borde de la muerte” tras haber permanecido ingresado 37 días en el hospital Costa del Sol, en Marbella (Málaga). Blanco trabaja en Gibraltar, donde dirige al Mons Calpe (7º cuando se dio por finalizada la liga y semifinalista de la Rock Cup).
El exentrenador de Platense, Godoy Cruz e Independiente Rivadavia (ambos de Mendoza) y Gimnasia de Jujuy, entre otros clubes argentinos, permaneció seis días en coma y diez en sala de cuidados intensivos.
“Entré con 40 grados de fiebre y sin poder caminar porque si daba dos pasos, me ahogaba”, dijo el ex jugador de Lanús, Boca Juniors y Tigre, entre otras entidades.
“Había tocado fondo y lo que tenía que responder era el cuerpo contra el virus. El cuerpo generó los anticuerpos por los que quedé inmune: ahora no contagio y no me pueden contagiar”, indicó el director técnico en
declaraciones al programa
Sportia, de TyC Sports, y en América TV, recogidas por la agencia argentina Télam.
Blanco, que también admitió haber soñado que “había muerto”, anunció que el contagio se produjo, casi con seguridad, “en un supermercado”.
“Fui con todas las precauciones, la mascarilla y los guantes. Tengo el departamento a dos cuadras del mar, estoy aislado. Es imposible que me haya contagiado en otro lado”, apuntó el entrenador del Mons Calpe, que aclara que nadie más del club se vio afectado.
El director técnico, que también condujo a la selección nacional de Indonesia (2013), reconoció que “según los médicos, el cuerpo es el que tiene que responder”.
“Por eso agarra a las personas más indefensas, las de 60 años para arriba. Si vos fumaste mucho o tenés un problema cardíaco puede ser complicado”, expresó.
“Yo entré con los dos pulmones muy complicados y tenía una neumonía grave” precisó Blanco, que también dijo haber visto “morir gente al lado mío”.
“En un día observé 17, 18 personas que las tuvieron que tapar todas”, narró en forma desgarradora.
Blanco admitió estar “muy sensible todavía” y manifestó que “dentro de tres semanas me harán una placa para confirmar que uno está bien”, remarcó.
“Cuando esté bien y tenga los vuelos, espero irme a la Argentina para ver a mi familia y abrazarla”, concluyó.