El pleno ordinario del Ayuntamiento de Castellar, que se celebra este jueves, llevará a aprobación la colocación de un monolito institucional con la inscripción “Plazoleta del Hijo Adoptivo de Castellar de la Frontera , Rvdo. P.D. Francisco García Ruíz, el Cura Paco”, en la plaza aledaña a la Casa Parroquial.
Así, la plazoleta del Cura Paco será el nombre por el que popularmente se reconocerá a los nuevos accesos ajardinados al Santuario del Cristo de la Almoraima y la plaza Andalucía, una reforma realizada con los fondos de 2019 del Programa de Fomento del Empleo Agrario (Profea) de la Diputación de Cádiz.
El padre García recibió la Medalla como hijo adoptivo de Castellar de la Frontera en el año 1996. El alcalde de Castellar de la Frontera, Adrián Vaca, manifiesta que, hoy, 24 años después, es un buen momento para que su figura vuelva a tener la consideración del Pleno del Ayuntamiento chisparrero.
El regidor municipal destaca uno de los episodios más populares de su paso por Castellar de la Frontera, municipio donde llegó en 1968, siendo el primer sacerdote del Pueblo Nuevo de Castellar. En el año 1971, el conocido cariñosamente como cura Paco en el pueblo, consiguió después de años y largas conversaciones con la casa ducal de Medinaceli que la talla del Cristo de la Almoraima se convirtiera en propiedad del pueblo y llegara a escondidas un 4 de mayo de 1971 desde el Convento de la Almoraima hasta su Parroquia, lugar en el que ha permanecido hasta el día de hoy. "Cuentan nuestros padres y abuelos cómo aquel día, al correrse la voz de que el Cristo de la Almoraima venía para acá y para siempre, empezaron a repicar las campanas de la Iglesia y la gente se echó a la calle a recibirlo entre aplausos y vivas a gritos de ¡El Cristo de la Almoraima es nuestro!”.
"Esta historia que todos hemos escuchado bien merece un lugar en este pueblo para que se recuerde siempre a su promotor e hijo adoptivo. Esperamos contar con el apoyo de la oposición", finaliza el alcalde.