Así lo ha explicado la secretaria general del PSOE de La Carolina, Ángeles Férriz, quien a través de una nota ha lamentado que el pasado 3 de octubre, "con nocturnidad y alevosía", la fachada de la sede del Partido Socialista fue "una vez más" objeto de pintadas y salpicaduras con globos llenos de pintura de color azul, que también afectaron a los vehículos de particulares que se encontraban aparcados en la acera de la Calle Cuartel, 34.
"Hablamos de un nuevo ataque que no deja de ser sospechoso, pues se produce horas después de la ampliación de la Ejecutiva del PSOE municipal", ha señalado al tiempo que ha ironizado diciendo que es "un nuevo ejemplo de esa 'regeneración democrática' que el PP y sus socios de notaría iban a traer a La Carolina".
Según ha afirmado, este tipo de actos contra mobiliario urbano del municipio "eran frecuentes durante los años que el PP estuvo en la oposición" y, de hecho, "estaban perfectamente coordinados". En este sentido, ha indicado que ahora que el PP gobierna en el Ayuntamiento, "resulta bastante curioso" que los encargados de las pintadas, hayan dejado de actuar de forma indiscriminada y concentren sus ataques sobre la Casa del Pueblo del PSOE.
A este respecto, el PSOE ha interpuesto una denuncia de estos "lamentables hechos" ante la Guardia Civil, "dejando claro que nuestras sospechas se centran en los entornos del Partido Popular", afirma. "Nos gustaría recordarles a quienes están detrás de estos actos y a quienes les jalean para que los lleven a cabo, que ni esto ni ninguna otra afrenta frenará ni callará al Partido Socialista y que en La Carolina ya nadie tiene miedo a decir lo que piensa", ha destacado Férriz.
Férriz, además, ha apuntado que estos "vándalos no han centrado sus miras en la sede del PSOE por casualidad" y ha resaltado que pueden "tener la seguridad de que la fuerza y determinación del Partido Socialista, de sus militantes, simpatizantes y de la ciudadanía en general por romper con la larga historia de quienes siempre se han servido del miedo, no sólo no se verá afectada por actos vandálicos con la única pretensión de amedrentar, sino que tendrá el efecto contrario: mayor convicción de todos en la necesidad de una verdadera salud democrática en La Carolina, donde cada cual pueda pensar y expresarse libremente, sin sentirse marcado y sin ser objeto de coacción o ajustes de cuentas".